El análisis integral de cuestiones complejas como lo son las explotaciones de recursos naturales y los impactos que estas pueden producir en el territorio argentino resulta difícil de abordar. Estos impactos muchas veces son difíciles de cuantificar y esquematizar debido a la complejidad y cantidad de sectores afectados (económico, social, ambiental, geopolítico, regional, etc.), como así también las múltiples incidencias que estos impactos pueden tener en los mencionados sectores.
Dicha complejidad hace que hoy en día sea difícil encontrar a priori una herramienta capaz de mostrar gráficamente en forma unificada, sencilla y concisa los distintos tipos de impactos que generan las explotaciones de recursos naturales en el territorio argentino y su grado de afectación respecto de cada sector.
Sin embargo, en el campo ambiental y más precisamente en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental, existe un método que adaptado a los casos de explotaciones de recursos naturales podría servir como herramienta útil capaz de lograr la identificación de las afectaciones producidas por estas en el territorio argentino y su cuantificación. Se trata de la denominada “Matriz de Leopold”.
Matriz de Leopold
La Matriz de “Leopold” es una herramienta que se utiliza en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental de un proyecto para analizar la factibilidad de su ejecución, desarrollo, evaluación de costos, beneficios ecológicos y posibles impactos ambientales entre otras cuestiones. Es muy útil para la valoración, evaluación y clasificación de impactos ambientales de proyectos o acciones determinadas estableciendo un diagnóstico ambiental durante un tiempo determinado. Dicha herramienta fue desarrollada por el ingeniero norteamericano Luna Leopold en la década de 1970, como parte de un nuevo enfoque ambiental en la gestión de los recursos naturales.
Por lo general este tipo de matrices consisten en cuadros de doble entrada que indican por un lado los factores ambientales y por el otro las acciones propuestas en filas y columnas respectivamente, con el objetivo de evaluar los posibles y eventuales impactos que cada una de esas acciones (indicadas en el eje de las “y”) pueden tener sobre los distintos factores ambientales (indicados en el eje de las “x”) y su magnitud e importancia. Es decir, en las columnas se enumeran las acciones que podrían tener algún tipo de impacto y en las filas, los factores o sectores que podrían verse impactados por dichas acciones.
Funcionamiento
Cada celda de la matriz es el resultado de la intersección entre las filas y las columnas en función del tipo de impacto. De la intersección resultante se puede establecer una valoración designada con números o letras. Si se hace mediante el uso de números, se les puede dar valores a las celdas de 1 a 10 siendo 1 el impacto mínimo y 10 el máximo impacto positivo o negativo. En cambio, si se hace mediante el uso de letras, “A” puede significar alto impacto, “M” impacto medio, “B” bajo impacto y “O” impacto neutro. Luego, pueden realizarse anotaciones, justificaciones, conclusiones y recomendaciones de la matriz indicando de qué forma impacta cada acción en cada campo y cómo podrían mitigarse los impactos negativos. Cabe destacar que las estimaciones realizadas a partir de este tipo de herramienta se realizan desde un punto de vista subjetivo, ya que, por lo general no existen criterios de valoración predeterminados por parte del evaluador.
Lucas Panno
Ahora bien, la industria hidrocarburífera forma parte de las diversas actividades de explotación de recursos naturales que se desarrollan actualmente en la Argentina. Como actividad extractiva, principalmente de petróleo, gas natural y GLP, las explotaciones de estos energéticos producen diversos impactos en el territorio principalmente en los aspectos social, económico, ambiental y geopolítico, entre otros. Algunos de estos impactos son positivos y otros, negativos.
Impacto
Entre los principales impactos económicos en las regiones productoras se pueden mencionar la generación de ingresos por regalías, impuestos, tasas, contribuciones y cargas similares y la actividad económica motorizada por los buenos ingresos salariales de los trabajadores y de las empresas de servicios ubicadas localmente. Muchas veces, los ingresos recibidos a nivel provincial se ven limitados con la fijación de precio que realiza el Estado Nacional. Dicha política pública impacta negativamente en el desarrollo regional ya que restringe el ingreso por regalías provincial y la captura de renta de las empresas productoras. Ello genera reducción de inyección de dinero en la región, merma en la producción, reducción de puestos de trabajo, etc.
Asimismo, dicha actividad hidrocarburífera genera un movimiento económico en las regiones de la Argentina que se desarrolla no sólo a partir de la propia actividad hidrocarburífera sino a través de pequeñas y medianas empresas que prestan servicios tercerizados (profesionales, arquitectos, ingenieros, servicios diversos, salud, seguridad e higiene, transporte, etc.) a las empresas de la propia actividad hidrocarburífera. Dicho movimiento económico genera multiplicación de puestos de trabajo y actividades comerciales que nutren a la región y obligan a dotarla de infraestructura básica (caminos, comunicaciones, viviendas, agua, electricidad, gas natural, cloacas, etc.).
También, se producen impactos en las comunidades y grupos poblacionales cercanos al área de explotación. En dichas comunidades se encuentran los pueblos originarios y los criollos que habitan actualmente en esas regiones. La existencia de pueblos originarios puede generar, debido a su cosmovisión, costumbres y cultura, puntos de conflicto con propietarios y superficiarios locales en torno al uso de la tierra y, en particular, con las empresas hidrocarburíferas.
Por otra parte, la actividad hidrocarburífera interactúa con los ecosistemas y el resto de la naturaleza por el riesgo de impacto en el ambiente que representa, afectándolo. Estas afectaciones surgen a partir de las propias etapas productivas del yacimiento y el transporte del producido. Por lo general, estas actividades presentan un riesgo de impacto negativo en el ambiente ya que existe la posibilidad de producir daños, como por ejemplo la degradación y movimiento de suelos, la contaminación de aguas subterráneas, afectación de la flora y fauna regional, etc.
Las políticas de integración energética también generan un impacto económico y geopolítico para la Argentina. A nivel nacional, será positivo si la Argentina logra un mayor volumen de exportaciones consumadas de hidrocarburos que permitan el ingreso de divisas; será negativo, en cuanto Argentina deba importarlos utilizando divisas propias a precios internacionales.
Ahora bien, a partir de la confección de una matriz de impacto basada en el modelo de “Leopold” descripto anteriormente, se pueden identificar actividades de la propia actividad hidrocarburífera que generan impactos positivos/negativos y sectores afectados por estos. Luego, mediante el uso de colores se puede vincular cada actividad con un sector en función del tipo de impacto. De esa forma, puede mostrarse metodológicamente la relación que existe entre los impactos generados por la propia actividad, que pueden ser positivos o negativos y los sectores impactados.
Luego, bajo el título “Matriz de Impacto Positivo / Negativo” puede esquematizarse una matriz de impacto, mostrando en forma sencilla y unificada la relación entre impactos de la actividad hidrocarburífera en el territorio y sectores afectados. En el eje de las “y” (columna) se incluyeron acciones que generan impactos bajo el título Acciones / Intervenciones y en el eje de las “x” (fila), sectores afectados o impactados bajo la denominación Sectores Impactados. Las filas (acciones / intervenciones) se relacionan con las columnas (sectores afectados) mediante el uso de colores. Cada color representa el tipo de impacto. Así, el color i) verde fuerte indica impacto muy positivo; ii) verde claro, impacto positivo; iii) blanco, que no hay impacto positivo ni negativo; iv) rojo claro, impacto negativo; v) rojo fuerte, impacto muy negativo y vi) amarillo representa impacto positivo o negativo según el caso. De esta forma se pueden relacionar gráficamente los impactos producidos por cada acción.
Matriz de Impacto Positivo / Negativo
En detalle, puede verse que en el eje de las “y” de la Matriz se identificaron dieciséis (16) acciones y se dividieron en estructurales y no estructurales. Siguiendo la concepción tradicional, en esta categorización se consideró como “estructural” todo lo que se relaciona con el yacimiento, su construcción y ejecución, el transporte de producción y adecuaciones de infraestructura regional y como “no estructural”, aquello que tiene que ver con planes de acción, creación y aplicación normativa, difusión, educación, etc. Es decir, por estructural se entiende toda acción patente y tangible mientras que por no estructural, aquellas intervenciones que no se materializan per ser sino sus resultados y aplicación.
Por otra parte, cabe destacar que se incluyó como estructurales y no estructurales los aspectos económico y social pese a que en dicha interpretación tradicional no son considerados como tales.
En el campo económico, será estructural la inyección y aporte de masa de dinero que la propia actividad hidrocarburífera genera en el territorio argentino. Por un lado, se encuentra la inyección de dinero de parte de los trabajadores de la actividad y de las empresas que realizan sus trabajos en el territorio mientras que, por otro, los aportes que reciben las provincias y municipios derivados de regalías, impuestos provinciales y otros ingresos que perciben en su carácter de responsables del territorio. Por su parte, serán no estructurales las políticas públicas respecto del comercio exterior del producido de la actividad hidrocarburífera.
En el campo social, serán estructurales los movimientos demográficos que se generan en las regiones de Argentina como consecuencia de la presencia de la actividad hidrocarburífera; no estructurales, las afectaciones de dicha actividad en la sociedad, ya sea incrementando puestos de trabajo y la diversidad productiva regional como también generando reclamos y puntos de conflicto de sectores que se oponen al extractivisimo.
Ahora bien, las acciones e intervenciones estructurales comprenden: 1) ejecución y operación de yacimientos, 2) gasoductos, oleoductos y plantas de tratamiento, 3) adecuación de localidades e infraestructura, 4) inyección de masa de dinero en la región por la actividad, 5) renta, regalías y otros y 6) aumento de habitantes en la región. Los no estructurales, comprenden: 7) políticas públicas nacionales y provinciales, 8) políticas nacionales y provinciales restrictivas, 9) políticas nacionales y provinciales favorables, 10) control regulatorio, 11) comercio exterior – importación de hidrocarburos, 12) comercio exterior – exportación de hidrocarburos, 13) comunicación, opinión pública y construcción de confianza, 14) reclamos de pueblos originarios y otras formas de expresión, 15) otros sectores que se oponen al extractivismo y 16) generación de puestos de trabajo.
Por último, en el eje de las “x” se identificaron nueve (9) sectores afectados que comprenden: a) nación b) provincia, c) territorio, d) sociedad, e) economía, f) ambiente, g) geopolítica, h) trabajadores e i) pueblos originarios. Cabe destacar que el identificado como “Pueblos Originarios” ha sido considerado en el presente análisis solamente para el caso en que la actividad hidrocarburífera se desarrolle en su propiedad comunitaria o en un territorio susceptible de ser reclamado como tal.
La actividad
Como puede verse, la actividad hidrocarburífera produce impactos positivos o negativos en los campos social, económico, territorial, ambiental y geopolítico, entre otros de las distintas regiones de Argentina. En función de ello y de la interdisciplinariedad del tema analizado se eligieron las categorías respectivas.
En razón de lo expuesto, una matriz de impacto como la presentada anteriormente puede servir como método capaz de mostrar los distintos impactos que generan las explotaciones de recursos naturales en el territorio a través de una comparación entre acciones y sectores impactados, donde cada color refleje una afectación (positiva, negativa o neutra) en función del tipo de impacto.
Dicho método es una herramienta útil particularmente para el sector hidrocarburífero argentino ya que de una manera gráfica, sistémica y sencilla este puede esquematizar los impactos de la propia actividad en un solo cuerpo en el que se vea en conjunto el grado de afectación de cada acción y su relación con los demás campos.
Cabe destacar que la matriz podría contar con cierto grado de subjetividad en la elección de elementos a partir de la propia percepción del equipo evaluador (rasgo característico de este tipo de herramientas en general como se ha mencionado anteriormente). Esto podría traer aparejada una baja representatividad y desequilibrio de las variables seleccionadas.
La representatividad o realismo en el uso de este tipo de método resulta en general una complejidad adicional que surge a partir del eventual desequilibrio que podría haber en la evaluación del peso de las distintas variables en cuanto a su impacto. Hay que tener en cuenta que la elección de cada una de las variables la realiza un equipo evaluador que, a partir de una valoración de tipo subjetiva, define la graduación de representatividad de cada valor.
Sin embargo, en el método aquí propuesto la eventual subjetividad en la asignación de valores puede llegar a adquirir cierta objetividad si el equipo evaluador es interdisciplinario. Esto ayudaría a disminuir y equilibrar el grado de subjetividad de la matriz aportándole mayor realismo. De esta forma y con la articulación de un equipo evaluador multidisciplinario compuesto por profesionales, asistentes sociales, comunicadores, miembros de comunidades originarias, representantes de superficiarios, etc. se podría lograr una valoración y elección de variables integral, donde todos los sectores estén representados.
En suma, resulta posible mostrar sencilla y unificadamente los distintos impactos de una actividad compleja (la hidrocarburífera) en un territorio complejo (el argentino) mediante la utilización de una matriz de impacto (método propio de las evaluaciones de impacto ambiental). Dicha herramienta podría contar con cierto grado de subjetividad en la elección de las variables que puede ser superado si el equipo evaluador es interdisciplinario. De esta forma, se tendería hacia escenarios más realistas gracias al enfoque multidisciplinario en la evaluación de dichas variables que se incorporen en la matriz para que exista un balance y mayor representatividad de los sectores.
, Lucas Panno