Según el último reporte de la SEC, que midió la cantidad de instalaciones inscritas de Generación Distribuida mediante fuentes de energías renovables hasta el 31 de julio de este año, el 2020 reúne condiciones para transformarse en un nuevo año record en potencia instalada.
El principal justificativo es porque hasta el mes pasado se conectaron proyectos por 17.736 kW. El 2019, que lleva el record hasta el momento, registró 20.812 kW a lo largo de todo el año. Se supone que en los 5 meses que restan para terminar la temporada se romperá la marca.
Sin embargo, un dato llamativo es que, a pesar de que el volumen de capacidad creció notablemente, la cantidad de conexiones cayeron drásticamente durante este 2020, probablemente a causa del COVID-19 y el aislamiento social dictado para combatir su propagación.
Desde principios de enero hasta el 31 de julio de este año se realizaron sólo 869 conexiones de Generación Distribuida. A lo largo de todo el 2019, 1.977; y durante el 2018, 1.835.
De continuar esta tendencia, es probable que el número de instalaciones de este año no supere el del 2018, cuando la capacidad conectada a la red fue de apenas 9.671 kW.
¿Por qué sucede este fenómeno? Porque las conexiones que están realizando los usuarios residenciales, industriales y comerciales chilenos son de mayor envergadura. En promedio, cada instalación efectuada en este año fue de 20,4 kW.
En 2019, en cambio, fue de 10,52 kW. En 2018, de 5,27 kW. Y en 2017, de 5 kW promedio.
Uno de los factores que explica esto tiene que ver con la Ley 21.118 de noviembre 2018, que permitió triplicar el límite de conexión para los usuarios. Pasó de 100 kW a 300 kW.
Otro factor que contribuye a instalaciones de potencia más grandes pasa por la caída en los precios de la tecnología solar fotovoltaica, que año a año disminuye.