Ayer Chile dio otro paso importante en el desarrollo de su Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde: firmó un memorando de entendimiento con Corea del Sur para compartir experiencias y conocimiento entre ambas naciones y así impulsar el despliegue de tecnologías de producción, almacenamiento, transporte distribución y utilización del hidrógeno verde.
Ambos países se han comprometido a alcanzar la carbono neutralidad al 2050. La nación asiática busca para ese año que el 20% de su demanda de energía sea de hidrógeno verde.
Chile, por su parte, en la presentación del anteproyecto de la Política Energética Nacional (PEN) se propuso que al menos un 70% de los combustibles sean cero emisiones (entre ellos el hidrógeno verde y sus derivados) en los usos energéticos finales no eléctricos para esa década, y que al 2035 representen el 15%.
Corea del Sur pretende convertirse en líder del desarrollo del hidrógeno como fuente de energía alternativa. En enero de 2019, anunció su Hoja de Ruta para la Economía del Hidrógeno.
El documento señala el objetivo de producir 6.2 millones de vehículos eléctricos de celda de combustible y desplegar al menos 1.200 estaciones de recarga para 2040.
Además, el plan apunta a desplegar al menos 2.000 autobuses a hidrógeno para 2022 y 41.000 para 2040. En términos del sector energético, la hoja de ruta describe el objetivo de suministrar 15 GW de pilas de combustible para la generación de energía para 2040.
Cabe recordar que este es el segundo memorando que Chile firma con un país, ya que a principios de marzo de este año ya lo había hecho con otro asiático: Singapur, el cual consiste en estudiar la viabilidad técnica y comercial de rutas de suministro desde Chile y Latinoamérica hacia los mercados de ese continente.
Puertos de Europa
Por otra parte, a principios de este mes, el marco de la COP26, el Ministro de Energía y Minería de Chile, Juan Carlos Jobet, junto a Tine Van der Straeten, Ministra de Energía de Bélgica y representantes de los puertos de Amberes y de Zeebrugge, firmaron un memorando de entendimiento para fomentar la producción de hidrógeno verde.
El puerto de Amberes, es el mayor puerto de Europa en términos de tamaño y de actividades integradas del clúster químico. El de Zeebrugge es el más importante centro de GNL y de energía eólica marina de Bélgica.
Ambos desembarcaderos desempeñan un papel clave como centros de energía fósil para Europa Occidental, almacenando y enviando importantes volúmenes de energía a los consumidores de electricidad, calor y transporte del continente.
Meses atrás, en marzo pasado, Chile firmó otro memorando con autoridades del Puerto de Rotterdam, polo energético europeo que maneja aproximadamente el 13% de la demanda de energía total de Europa y es un puerto multienergético por naturaleza, que trabaja con grandes compañías de petróleo y gas.
Además, tiene una comunidad portuaria que integra a más de 3.000 compañías comerciales en la introducción de combustibles y otros materiales, tanto dentro de su zona industrial como para consumidores finales ubicados en otros lugares.
Proyectos operativos 2030
A principios de octubre pasado, el Ministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, destacó: “Cuando lanzamos la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde había 20 proyectos en carpeta. Hoy, ese número se ha triplicado, llegando a más de 60 proyectos (ver nota), en distintas fases de desarrollo”.
Y estimó que, de esos 60 emprendimientos en carpeta, “el 25% comenzarían sus operaciones y estarían produciendo hidrógeno verde antes del fin de esta década”.
El funcionario hizo hincapié en que Chile está a la vanguardia mundial en el desarrollo de esta nueva industria: “No sólo porque en nuestro país se esté construyendo el proyecto más grande de Latinoamérica en Magallanes, sino que también porque ya se produjo la primera molécula de hidrógeno verde para la minería, y porque anunciamos el primer proyecto para inyectar hidrógeno en las redes de gas, entre otras cosas”.