En Colombia, las políticas energéticas que se materializaron en subastas de energías renovables demostraron que la transición energética está sucediendo en América Latina y el Caribe.
A la fecha, van 85.52 MW de capacidad efectiva neta solar, 18.42MW de eólica y 11,944.79 MW de hidráulica, además de unos tantos MW adicionales de bioenergías y geotermia en el sistema interconectado colombiano, de acuerdo con reportes de XM.
Lo que viene no es menor. Existen 161 proyectos de energías renovables con conexión aprobada por un total de 8803 MW que podrían participar de la nueva subasta colombiana. Así lo indicó Julian Zuluaga, director de energía eléctrica del Ministerio de Minas y Energía de Colombia, quien advirtió que algunos de esos casos de éxito son plausibles de aplicarse en otros países de la región.
Invitado por la Comisión Nacional de Energía de República Dominicana a disertar sobre “subastas de energías y transición energética”, Zuluaga señaló que para que aquellas inversiones de nueva generación se realicen, un primer paso son los mecanismos de subastas.
“Una de las primeras metas que se planteó este gobierno dentro del Plan Nacional de Desarrollo es que entre un 10 y un 12% de la matriz energética en el 2022 debía ser a base de fuentes de energía renovable no convencional, como solar, viento y biomasa”, introdujo el referente colombiano.
“Con esa meta, empezamos a pensar y a desarrollar los mecanismos que desde la política energética podíamos potencializar para que se materializaran en el mercado (entre las empresas privadas que son las que compiten en el mercado) la construcción de este tipo de proyectos”.
Como logro de aquel primer esfuerzo, indicó que a través de la subasta de cargo por confiabilidad ya se adjudicaron casi 800 MW de plantas renovables.
Además, el mecanismo de subastas de largo plazo habría logrado que los nuevos desarrollos crezcan un 100% más. Por lo que, la tercera subasta colombiana, cuya adjudicación es el 26 de octubre próximo, ya genera expectativas positivas.
¿Cuál es el tope máximo que definieron? ¿Con cuáles precios se encontraron? ¿Hay espacio para nuevas subastas? ¿Qué cambios realizaron entre una convocatoria y otra? Fueron algunas de las preguntas que respondió el referente colombiano.
El director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Edward Veras Díaz, agradeció la ponencia del colombiano y su colaboración con República Dominicana en el último año porque habría servido para el desarrollo de nuevas aplicaciones y programas del sector eléctrico dominicano que podrían conocerse próximamente.
“La estructura del sector colombiano ahora mismo es de las más parecidas al sector dominicano. Podemos tener grandes aprendizajes en común de ambas vías realmente».
«Como con el tema de subasta de energías renovables que en un futuro cercano estaremos prestos a interactuar con ellas”, declaró Edward Veras.
Los nuevos proyectos de generación renovables tendrían un impacto directo en el cumplimiento de compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Y, generar mecanismos de contratación que aseguren el éxito de los proyectos se torna fundamental para acelerar su incorporación en países de la región.
Julian Zuluaga, director de energía eléctrica del Ministerio de Minas y Energía de Colombia, valoró que: “El cambio climático es el gran driver de la transformación”.
Citando al «Energy Transition Track at Climate Action Summit 2019», Zuluaga indicó que el sector energético representa el 80% de las emisiones mundiales de CO2 y que la reducción que todos requeriríamos hacer al 2050 sólo se lograría con más energías renovables, eficiencia energética y electrificación.
De allí, recordó que los escenarios prospectivos con los que trabajó Colombia para delinear su compromiso con la reducción de emisiones al año 2050 se denominó “Escenario 266” precisamente por los 26 millones de toneladas de co2 que se puso como meta el país. Como fin último, ese compromiso perseguiría alcanzar la carbono neutralidad.
Como meta intermedia, también ambiciosa, incluye una reducción no menor de 11,2 millones de toneladas de co2 en el sector de energía o de un 20% en todos los sectores productivos al año 2030, además de una composición diversificada de la matriz.
Como buena noticia, producto de las subastas impulsadas en los últimos cuatro años, hoy Colombia ya tiene asegurada una reducción de 9 millones de toneladas de co2 con los proyectos adjudicados que ya están entrando en operación.
En referencia al plan de acción próximo, Zuluaga agregó: “Entre las energías renovables y los energéticos como el gas (combustible de transición) tendríamos casi un 50% de la matriz energética cubierta al 2050”.
Por otro lado, garantizar el acceso a la electricidad a comunidades remotas a partir de energías renovables sería otra estrategia por implementar por sus ventajas económicas, sociales y ambientales.
“En este momento, llevamos casi 17.000 soluciones fotovoltaicas instaladas alrededor del país en zonas remotas donde no se contaba con servicio de electricidad y que nos han permitido poder electrificar, aumentar la cobertura de electricidad a muy bajos costos comparado con lo que ya teníamos tradicionalmente que eran motores de combustión interna”, detalló el director de energía eléctrica del MME.
Ahora bien, entendiendo que la transición energética es un compromiso de todos, Zuluaga señaló que cobra gran relevancia el establecimiento de metas entre distintos países.
“La meta que regional que se ha planteado en el RELAC, se extrapoló y que se quiere llevar a las nuevas reuniones de la COP es: tener el 70% en la matriz energética de energías renovables. Hoy, estamos en un 56%”. Aún hay camino por andar.