El consorcio que construye el gasoducto Nord Stream 2, que suministrará gas ruso a la Unión Europea (UE) sin pasar por Ucrania, anunció este lunes la colocación del último tramo de la infraestructura.

El tubo número 200.858 fue transportado por la barcaza «Fortuna» y será colocado en el lecho marino en aguas alemanas, precisó el consorcio germano-ruso en un comunicado, en el que indicó que luego será conectado con la parte del gasoducto que lo enlaza con Dinamarca.

El consorcio Nord Stream 2 indicó que el objetivo sigue siendo la puesta en servicio de la infraestructura, que tiene unos 1.230 kilómetros de longitud y capacidad para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, «antes de final de año».

«Nord Stream 2 contribuirá a satisfacer las necesidades a largo plazo del mercado energético europeo para las importaciones de gas, mejorando la seguridad y fiabilidad del suministro y proporcionando gas en condiciones económicas razonables», defendió el consorcio.

El anuncio de la conclusión de la infraestructura gasista llega dos semanas después de que Berlín revelara, por medio de la canciller alemana, Angela Merkel, que podrá imponer nuevas sanciones a Rusia si utiliza el gasoducto como «un arma».

«Nos tomamos muy en serio las preocupaciones de Ucrania, y hablé de ellas en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin«, dijo Merkel en una conferencia de prensa conjunta con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el pasado 22 de agosto.

Hace unos meses, Estados Unidos aportó de hecho la autorización a la finalización del gasoducto tras renunciar a sancionar a las empresas que participaron en su construcción, tras las críticas formuladas por Washington en el pasado.

En julio, las autoridades estadounidenses y alemanas emitieron una declaración conjunta en la que aseguraron que destinarán unos 1.000 millones de euros en apoyo de la transición de Ucrania a fuentes de energía «verdes» una vez que el Nord Stream 2 entre en funcionamiento, ya que ese país sufrirá graves perjuicios económicos por el gasoducto.

Merkel declaró durante su reciente visita de despedida al Kremlin antes de dejar la Cancillería que el gasoducto «no es un proyecto bilateral ruso-alemán, sino un proyecto de alcance europeo, porque en él también participan empresas de otros países».