En el horizonte de las energías renovables, la industria hidroeléctrica en América Latina muestra un optimismo cauteloso frente a los nuevos proyectos, a pesar de los desafíos que presenta el continente. Una empresa líder en el sector, conocida por su extenso catálogo de productos y servicios, desde la provisión electromecánica hasta la construcción de centrales de diferentes tamaños, está poniendo el foco en la modernización de las infraestructuras existentes.
Esta compañía, con una presencia significativa en la generación de energía sostenible, el desarrollo económico y la seguridad energética en la región, identifica a Colombia y Chile como mercados maduros, preparados para servicios y soporte avanzados. La estrategia para América Latina se dirige desde España, responsable de ofertar equipos electromecánicos y de explorar nuevas oportunidades en el continente.
La firma considera atractivos aquellos países dispuestos a invertir en tecnología hidroeléctrica, destacando su experiencia en Guatemala, Colombia, México, Perú y Ecuador. Además, muestra interés en otras naciones con potencial para aprovechar la hidroelectricidad y donde se presenten oportunidades de inversión.
Las demandas varían según el país. Por ejemplo, en Colombia, se enfatizan los permisos medioambientales y de utilización de agua, mientras que en Ecuador, tras ciertas subastas energéticas, se encuentran proyectos de centrales de 50 MW particularmente atractivos.
Pese a las incertidumbres políticas, que a menudo causan demoras en las licitaciones y autorizaciones de proyectos, la empresa se mantiene positiva y espera que estos avancen. Se anticipa que la inversión extranjera será un enfoque del nuevo gobierno, dado el requerimiento de Ecuador de expandir su infraestructura hidroeléctrica.
En cuanto al fenómeno de El Niño, las preocupaciones de los clientes son variadas. Algunos no ven motivo de alarma, considerando la naturaleza cíclica de estos eventos y el horizonte de inversión a largo plazo de las centrales hidroeléctricas. Otros, más cautelosos, buscan soluciones para optimizar el rendimiento incluso durante períodos de baja carga hídrica.
En términos de ventas, América Latina representa un desafío debido a la larga maduración de los proyectos y la baja tasa de realización. La empresa establece objetivos anuales, brindando apoyo para su cumplimiento, con una expectativa particularmente alta en Ecuador y Colombia.
Se identifica una tendencia creciente en la región hacia la modernización de centrales hidroeléctricas existentes, mejorando su rendimiento y potencia, en lugar de construir nuevas unidades. Esta orientación hacia la renovación de infraestructuras es vista como el camino a seguir en América Latina, en sintonía con un enfoque global hacia soluciones de energía renovable más eficientes y sostenibles.
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