Tras el anuncio del acuerdo entre Nación y el Banco de Inversión Comercio Exterior (BICE) para apalancar proyectos de generación distribuida, desde el sector energético plantearon que, en ciertos casos, resultará difícil de implementar ya que hay dificultades para importar equipos necesarios para la construcción de proyectos renovables continúa en Argentina, tal como sucedió hace casi de un año atrás, cuando se dio a conocer la situación que se trabajaba en una solución con el ahora ex Ministerio de Desarrollo Productivo.
“Hace meses que no puede entrar ningún embarque de importaciones de tecnología. No se aprueban a pesar que mejorarían la balanza de pagos del país y que a largo plazo reducirían el neto de importaciones de combustibles fósiles (principalmente gasoil) y de gas natural”, sostuvo Gonzalo Rodríguez, socio gerente de Argenware SRL.
“Y si no dejan importar para energías renovables, seguiremos pagando más importaciones por otro lado. No se entiende la lógica, salvo que haya que frenar todas las importaciones para cumplir con la deuda”, agregó en conversación con Energía Estratégica.
Según dio a conocer el especialista, los paneles solares ingresan con retrasos, mientras que la electrónica de potencia ni siquiera está disponible en el país. Por lo que si uno de esos elementos (o los soportes) de la inversión falla, los proyectos se demoran más de lo previsto o directamente en algunos casos no se concretan, aún con fabricaciones argentinas.
Por ejemplo, desde Argenware informaron que poseen 3 MW fotovoltaicos en Neuquén que no se pueden llevar a cabo, mientras que otras cotizaciones se cayeron, debido a la dificultad para traer los equipos desde el extranjero.
“Se suman más incertidumbres a las que ya se tienen en este juego. Y la gran inquietud es que, cuando se liberen las importaciones y se deba hacer el pago al exterior, no se sabe con qué dólar se deberá efectuar. En teoría, el Banco Central de la República Argentina o Aduana permitirían realizar las importaciones si una de las empresas pone los dólares, pero no se sabe si es dólar MEP o propios”, planteó Rodríguez.
“Además, la validez de oferta de los fabricantes del extranjero, es corta. Y seguramente otras compañías estén en situaciones similares, incluso para traer baterías”, continuó.
¿Cuáles son algunos de los motivos? Varios de los productos no están alcanzados por licencias no automáticas de importación, sumado a que los paneles solares no están considerados como un bien de capital, respecto de las posiciones arancelarias con trámite expedito y las que necesitaban aprobación para la importación.
También se debe considerar que si un importador de paneles FV tiene un registro muy chico y capacidad limitada para traer productos de fuera del país, la autorización será directamente proporcional, ya que va en función de los antecedentes del año anterior y de la cantidad permitida de dólares destinados a ello. Y, en algunos casos, los proyectos ni llegan a presentar SIRAS ( Sistema de Importaciones de la República Argentina)
Incluso, de acuerdo a un relevamiento de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) sobre dicho sistema detalló que sólo un 24% de las SIRA solicitadas obtuvieron su aprobación en los últimos dos meses, por poco más de 25% del monto requerido.