Frente a las bajas temperaturas que se registraron en gran parte del país y la limitación de la generación local para cubrir el pico de demanda eléctrica, el gobierno debió importar energía desde países limítrofes para cubrir el pico de consumo. El lunes pasado se importaron unos 1200 megawatt (MW) desde Uruguay, Bolivia y Chile.
La mayor parte de esa energía adquirida por Cammesa- la compañía encargada del despacho de energía y administradora del Mercado Eléctrico Mayorista- provino desde UTE, la empresa generadora de electricidad que controla el estado uruguayo, que vendió hacia la Argentina energía termoeléctrica generada en un ciclo combinado y un restante desde parques eólicos. Una parte de esa energía se importó a 80 dólares por megawatt por hora (MWh) y 500 MW termoeléctricos generados en ciclo combinado y motores a US$ 210 por MW por hora, según informaron a EconoJournal fuentes al tanto de la transacción.
Esta situación llevó a que se pague a un valor superior por la energía por el hecho de importarla. Esto es así porque el costo de producción de energía en la Argentina en mayo se ubicó en torno a los 85 dólares. Y ahora el gobierno llegó a abonar hasta 210 dólares por MW por hora, es decir, casi dos veces y medio más.
Importación
Además, esta semana se importaron 2.880 MW por hora de energía desde Bolivia y 100 MW por hora de electricidad desde Chile. El martes al mediodía la demanda se ubicó en 21.678 MW, y la importación significó un 6% en la matriz de generación eléctrica. Esto representó 1242,6 MW, 1071 MW provenientes de Uruguay, 114 de Bolivia, 28 MW de Chile y 28 MW de Paraguay.
Desde Brasil no hubo importación debido a las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul que provocaron que la infraestructura eléctrica se encuentre en una condición crítica, con decenas de líneas de transmisión fuera de servicio, lo que a su vez impactó en el la gestión del Sistema Argentino de Interconexión Eléctrica (SADI). Aun así, se estima que Brasil liberaría aproximadamente 1000 MW.
, Loana Tejero