La empresa estatal Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) atraviesa una grave crisis financiera, con un déficit anual que en 2023 superó los 140 millones de dólares, una deuda que ronda los 46 millones de dólares y una producción de energía que solo funciona al 4% de su capacidad total.

“La situación del 2023 es inaceptable. Tenemos que tratar de que la empresa no pierda plata por no operar. La mina tiene que producir. Estamos trabajando para revertir la situación en la compañía”, explicó el ingeniero Thierry Decoud, actual interventor de YCRT, dialogó con EconoJournal. Entre las metas planteadas, se buscará que en mayo la producción alcance las 50.000 toneladas y, a partir de agosto, el número ascienda a 100.000 por mes.

La compañía, que tiene a su cargo la explotación de carbón y la generación de energía eléctrica en Santa Cruz, fue incluida nuevamente dentro del proyecto de la nueva “Ley de Bases” que envió el presidente Javier Milei al Congreso. “El formato de intervención debió haber sido transitorio y temporal. Ahora la discusión es si debería ser una SA (Sociedad Anónima), SAPEM (Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria) o una sociedad unipersonal. Esa decisión se definirá en base a lo que determine la Jefatura de Gabinete de la Nación”, agregó Decoud.

De la rentabilidad a la privatización

El plan que trazó el Gobierno a través de Decoud tiene dos etapas y un mismo objetivo: reducir el déficit de la compañía a cero mediante la exportación de buques de carbón. El trazado de este programa parte de la premisa de que para que algún privado exprese interés de invertir capital en YCRT, la empresa no debe perder dinero.

El acuerdo estratégico para alcanzar dicho escenario requiere la puesta en marcha de una segunda locomotora que, junto a la que está en funcionamiento, abastezca de carbón a un buque carguero que se espera llenar durante mayo.

Con los precios internacionales del carbón, la exportación de un buque completo cubriría el 50% del déficit de la compañía. Para agosto, el objetivo es abastecer dos buques en el puerto y alcanzar el déficit cero.

YCRT integra el listado de las empresas que el Gobierno busca privatizar, con la salvedad de que se la incluyó dentro del grupo de las empresas que “sólo podrán ser privatizadas parcialmente, debiendo el Estado Nacional mantener la participación mayoritaria en el capital o en la formación de las decisiones societarias».

En relación a los pasivos heredados, el monto asciende a los 46 millones de dólares: casi 24 millones son de obligaciones comerciales, más de 10 de cargas sociales, otros nueve fiscales y el resto de incumplimientos fiscales.

Baja productividad

EconoJournal accedió a un documento en el que se describe el cuadro de situación y la disposición estratégica de YCRT para los próximos meses. Allí se destaca que, en 1979, con casi 1.400.000 millones de toneladas de carbón, la mina alcanzó su marca histórica de producción.

Entre 1994 y 2002, período en el que el yacimiento fue privatizado, la producción tuvo como piso las 400 mil toneladas, superando en algunos años las 600 mil. Entre 2015 y 2023, la misma no superó las 200 mil toneladas anuales. La proyección para 2024 es que la producción alcanzará las 850 mil toneladas.

Actualmente, la empresa posee una planta de 2178 trabajadores y abona además la diferencia para que 1407 jubilados de la empresa alcancen el 82% móvil, compromiso que asumió la empresa en el año 2007. Una de las iniciativas del plan es que esta masa jubilatoria sea transferida directamente a la Anses.

Desde el Gobierno precisaron a este medio que una de las causas que redujo la producción en la mina está relacionada con las pocas horas efectivas en el frente de trabajo. Esto se da porque por ley los trabajadores solo pueden realizar tareas durante seis horas debido a la insalubridad que se padece en el lugar: calor, falta de iluminación, aspiración de polvos, entre otras cuestiones.

El principal inconveniente es que, para llegar a la mina, que tiene nueve kilómetros desde el ingreso hasta el puesto de trabajo, cada trabajador requiere de 45 minutos de caminata. Luego varios minutos para colocarse el traje y así transitar el último kilómetro. El informe estipula que de las seis horas cada empleado utiliza una hora y media para llegar y el mismo tiempo para regresar.

A partir de esto, Decoud implementó una gestión de turnos para que estos se solapen y así se evite apagar y prender las máquinas continuamente. En los primeros meses, esta dinámica ocasionó mejoras en el frente productivo, el cual también se trasladó a la planta de tratamiento. En relación al apoyo del Ejecutivo nacional, Decoud sostuvo: “Nos está dando toda la asistencia y está trabajando con nosotros para que la empresa funcione como debería”. El plan que encabeza el interventor también contempla que, una vez logrado el equilibrio económico, los activos de YCRT puedan ser transferidos a la provincia de Santa Cruz.

, Mauricio Luna