La diferencia entre los términos “energías limpias” y “energías renovables” y las fuentes de generación que contemplan produce debate en México. 

Cabe recordar que el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2020-2034 define a la energía limpia como “aquellas fuentes y procesos de generación de electricidad cuyas emisiones o residuos, cuando los haya, no rebasen los umbrales establecidos en las disposiciones reglamentarias que para tal efecto se expidan”. Es decir, se basará en una tasa de emisiones no mayor a 100 kg/MWh.

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Y si bien en los compromisos, tanto nacionales como internacionales, que el país tomó se mencionan objetivos de generación limpia, algunos especialistas del sector señalan algunos aspectos a considerar. 

Uno de ellos es Daniel Chacón, Oficial del Portafolio de Energía Renovable de la Iniciativa Climática de México, quien durante un webinar remarcó que “desgraciadamente, legalmente en México la energía nuclear y las grandes hidroeléctricas quedaron como energía limpia, al igual que la co-generación, cuando en realidad necesitamos renovables”.

Daniel Chacón

Ante dichas declaraciones, Energía Estratégica se contactó con el especialista para que brinde su opinión con mayor profundidad en el caso. Es un defecto de la Legislación mexicana; en su momento cuando salió estuvo influenciada por grupos industriales que querían hacer pasar la energía nuclear y las grandes hidro como energías limpias, cosa que no ocurre en casi todo el mundo”, apuntó.

“Fue una ocurrencia de los grupos de interés privados en México. No podemos decir que son equiparables. Lo que todo el mundo considera como energías limpias son las renovables, tales como viento, sol, geotermia, pero no las grandes hidroeléctricas y la nuclear”, agregó

¿Se puede pensar en el cambio de términos a futuro? – Frente a esa pregunta Chacón marcó que esto ya ocurre en la práctica dado que, según su mirada, construir nuevas centrales hidroeléctricas grandes se vuelve muy difícil, sumado al hecho que “destruyen ecosistemas y pueblos, y son bastante perjudiciales”.

“El propio desarrollo de los acontecimientos descarta las opciones como la nuclear y las hidroeléctricas porque son muy caras, nunca terminan costando lo que se dice que costarán, siempre se sobrepasan al doble o al triple del costo, entre otras cosas. No son instalaciones fáciles. Entonces en la práctica, aunque hayan sido incluidas en la legislación mexicana, no están siendo exitosas”, sostuvo. 

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Más allá de esta distinción de conceptos entre energías limpias y aquellas renovables, surge el interrogante de su desarrollo, dado que tiempo atrás el Poder Ejecutivo Federal envió una propuesta de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que posteriormente fue aprobada por el Poder Legislativo, aunque puesta en stand by por algunos jueces y a la espera de la decisión definitiva de la Suprema Corte de Justica de la Nación. 

En la misma iniciativa se modificaba la prioridad de despacho, y en primer lugar estaban las centrales hidroeléctricas, mientras que la solar y la eólica de particulares, en tercer puesto. 

De todos modos, el Oficial del Portafolio de Energía Renovable de la ICM tiene en claro que “la energía eólica, la solar y la geotérmica serán las dominantes, principalmente las primeras dos mencionadas”. 

No tiene comparación la facilidad para poner plantas solares con las otras, así que de manera natural se irá decantando. Prácticamente se quedarán la solar y la eólica”, concluyó.