“Todos los días siguen apareciendo nuevas Pymes afectadas, tanto de los proyectos fotovoltaicos, eólicos como subestaciones”, lamenta Blanca Zapata, Representante Legal de Santa Blanca SpA, empresa de arrendamiento de maquinaria pesada.

La empresaria, junto a María Pilar Navea, Representante de Green Mix Factory, Mauricio Ocaranza, Representante Legal de Ocamaq Servicios SpA, Sergio Guzmán, Representante de HR Servicios Integrales, y Ruth Rivas, Representante de Transportes y Alimentación Huachipato SpA, ya están reclamando por daños y perjuicios en proyectos de energías renovables no convencionales en Chile.

Este conjunto de empresas aseguran que ya son más de 100 las pymes proveedoras de distintos servicios en el rubro de las energías limpias que han sido estafadas.

Por su parte, Blanca Zapata, Representante Legal de Santa Blanca SpA, asegura haber sido afectada en el proyecto denominado La Cruz Solar, propiedad de la española X-Elio, empresa que invierte cerca de 40 millones de dólares en esta nueva planta ubicada en la comuna de María Elena, Calama.

El contratista del proyecto fue la española Grupo Ortiz Construcciones y Proyectos. La subcontratista es la mexicana CIO, que, según advierte Zapata, jamás concretó el pago.

Ocaranza, de Ocamaq Servicios, firma dedicada a la gestión de arriendo de maquinarias y equipos menores, asegura que fue perjudicado en cuatro proyecto ubicados la comuna de María Elena y Peine.

Por un lado, en el emprendimiento Santa Isabel, de Total Eren, y Valle del Sol, de Enel Green Power. La denuncia cae sobre la subcontratista argentina AIC SERVICIOS SPA. Por otro lado, su denuncia vuelve a salpicar al parque La Cruz Solar, de X-Elio, y a la Subestación Andes de Hanwha, por la subcontratista CME del Grupo SPP.

Navea, Representante de Green Mix Factory, empresa dedicada a la alimentación, señala que fue damnificada en el proyecto Huerto Solar Capricornio, propiedad de Engie Chile, en la comuna de Antofagasta.

Guzmán, Representante de HR Servicios Integrales, también asegura haber sido estafado en el proyecto La Cruz Solar, por la subcontratista Adsimom; al igual que en Santa Isabel, de Total Eren, por la mandante Sterling and Wilson.

Y Rivas, que maneja una empresa dedicada al transporte de personal y alimentación, señala haber sido estafada por dos empresas Argentinas: FCS Energías SpA y AIC Servicios SpA, en los Proyectos Santa Isabel y La Cruz Solar.

En una entrevista para Energía Estratégica, estos representantes exponen su situación.

¿Cómo han sido afectadas? 

En Chile, lo que falta actualmente, es regular que tipo de empresas vienen a invertir al país, no sólo las ‘mandantes’, también las medianas y pequeñas empresas extranjeras que participan del proyecto; es decir, su solvencia económica, evaluación comercial; que sea exigencia y exista un reglamento y un procedimiento de quienes participaran del proyecto, porque hemos visto muchos turistas trabajando en este tipo de parques solares.

Muchas veces son sólo empresas de papel, sin capital de inversión, no cuentan con respaldos para hacer frente el inicio de la obra, no tienen créditos en Chile y tampoco traen la solvencia para comenzar los trabajos y, lo más importante, no conocen la legislación chilena, tampoco las normas de seguridad, entonces: ¿cómo pueden estar autorizados a trabajar?

Lo que hoy buscamos es que el Gobierno fije normas especiales y perfeccione la protección a las Pymes, en nuestro rol de proveedores de empresas contratistas o subcontratistas durante la ejecución de un proyecto. Porque existe la ‘empresa principal’, dueña del proyecto o la ‘mandante’, que a su vez contrata a una empresa ‘contratista’, la cual contrata a una empresa  ‘subcontratista’, y, como todas estas empresas externalizan la ejecución del proyecto, quien realiza o presta los servicios reales son las empresas proveedoras, es decir las Pymes que abastecen con bienes y servicios específicos a los parques solares.

Lamentablemente nos vemos perjudicados cuando las empresas mandantes no supervisan correctamente a las empresas contratistas o subcontratistas, quienes incumplen con sus obligaciones o acuerdos establecidos. Algunos contratistas y subcontratistas, al recibir el primer pago, simplemente abandonan o desaparecen de los proyectos injustificadamente, otras quiebran sus empresas para evitar responder y crean otra con un nuevo RUT volviendo a ingresar al mercado.

Y en cuanto a las Boletas en Garantías de los mandantes, tampoco son suficientes para cubrir los costos asociados a las empresas proveedoras finales, dejándonos con un grave problema de flujos para cubrir, por ejemplo, las remuneraciones de trabajadores asociados a ese proyecto.

La Ley de Subcontratación N°20.123, por ejemplo, podría avalar honorarios por los trabajadores, pero: ¿qué pasa con el arriendo de maquinaria? La Ley cuenta con vacíos legales donde no se reconocen ese tipo de gastos. Entonces, por el lado de las empresas proveedoras o Pymes, no tenemos ninguna garantía o normativa que nos respalde ante estas injustas situaciones.

Por lo anterior es que hemos recurrido a los diputados de la República quienes han presentado un Proyecto de Modificación de Ley con la intención de proteger a las Pymes.

¿Cuántas empresas se encuentran damnificadas en este momento y en qué montos de dinero han sido estafadas?

Somos alrededor de 100 Pymes (pequeñas y medianas empresas) afectadas, además de otras empresas de mayor tamaño que también han sido perjudicadas. Un porcentaje de las Pymes derechamente han sido estafadas y otras, hasta el momento, no les cancelan.

Los montos aproximadamente ascienden a 5 mil millones de pesos chilenos, equivalente aproximadamente a 7 millones de dólares, entre las regiones de Coquimbo, Atacama, Antofagasta, Tarapacá y no se descartan otras regiones de Chile también afectadas.

Esto es grave porque tradicionalmente se ha afirmado que las pequeñas y medianas empresas chilenas son el motor de la economía nacional, de ellas dependen miles de familias en nuestro país, empresas locales, de la región, que muchas de ellas son vecinas de los parques solares, aquí existe otro tema social importante que es trabajar y vivir de la misma comunidad.

¿Podrían haber más empresas afectadas si esto no se resuelve a tiempo?

Todos los días siguen apareciendo nuevas pymes afectadas, tanto de los proyectos fotovoltaicos como eólicos. Partimos 4 Pymes con una deuda acumulada de US900.000. Hoy ya somos 100 Pymes con una deuda acumulada de US7.000.000.

Gracias a los reclamos en las distintas plataformas digitales como también notas de prensa escrita, radial, por televisión, correos enviados a las mismas empresas deudoras con copia de sus mandantes, correos a Diputados y Senadores de la República, hemos logrado informar y avanzar hasta ahora con la sana intención de resolver el problema de raíz, por una parte que nos paguen por los trabajos ya realizados y por otra parte que se regularice legalmente.

Lista de proyectos implicados. Padrón elaborado por el conjunto de empresas Pymes denunciantes

¿De qué modo podría resolverse?

Lo primero, es trabajar en paralelo tanto el Gobierno, parlamentarios y las empresas. El Gobierno en poner la presión y orden para que los dueños de los proyectos asuman su responsabilidad y nos paguen lo que nos adeudan; los parlamentarios en presionar la modificación a ley 20.416 e informar a cada Embajada que corresponda, ya que las mandantes y contratistas principalmente son extranjeros.

Finalmente, las mandantes de los proyectos ceder en los pagos porque es un beneficio tangible que sólo ellos recibieron, ya sea en una zanja, en un panel solar, en alimentación, combustible, traslados, etc., y que hoy está reflejado en el avance de un parque. Cada Pyme que hoy orgullosamente representamos, tiene una inversión involuntaria en cada parque fotovoltaico, eólico o subestación donde participó.

Claramente las grandes compañías de energías renovables no convencionales (y me refiero a las mandantes) deben ir más allá de fiscalizar su obra para autorizar un Estado de Pago, también exigir el respaldo de la experiencia, solvencia de las empresas contratistas y subcontratistas, trabajadores que traen a Chile, y que participan en la construcción de un parque solar, ellos son los dueños de casa y una debe saber quién ingresa a su casa.

Si revisa una página web de estas empresas, resiste decir muchas cosas, obras solares deslumbrantes de otros países de Latinoamérica, pero la realidad que ni siquiera conocen como funciona el país.

¿Debería plantearse un esquema similar al de la minería?

Sí. Ese esquema funciona desde la alta administración de la minera hasta el último eslabón de la cadena de proveedores, con las reglas claras y con la voluntad de corregir cuando existe un error, por eso es muy importante no lastimar o romper la cadena de valor: aquí todos aportamos.

Las renovables crecen cada día más. Debemos poner un freno ahora; es más, ya existen Pymes que dejaron de prestar servicios a empresas de energías renovables por un motivo muy válido: no pagan.

¿Se han reunido con el Ministerio de Energía para trabajar al respecto?

Sí, hace menos de un mes nos reunimos con el Subsecretario de Energía de Chile, Francisco López, el Jefe de diálogo, Santiago Vicuña, y Felipe Álvarez, Asesor Legislativo, todos pertenecientes al Ministerio de Energía junto a representantes del Ministerio de Economía y Diputados de la República y las reuniones han continuado.

Los buenos oficios están, estamos muy agradecidos de que nos hayan escuchado, pero las respuestas no han sido las que esperábamos porque el problema que existe aún no tiene solución. Entendemos que estos procesos no son rápidos, pero las deudas no esperan y en tiempos de pandemia todo se complica aún más.

El Ministerio de Energía ha generado mesas de diálogos con las distintas empresas involucradas y afectadas con el fin de poder trabajar en paralelo en las buenas prácticas, pero eso no nos ayuda ahora. Lo que necesitamos es que la autoridad decida resolver, modifique y avance en estos temas de energías renovables.

¿En qué plazos habría que resolver esta situación?

Las Pymes hoy estamos exigiendo respuestas concretas dentro del mes de abril.

Nos hemos organizado a nivel de todas las empresas del norte de Chile, algunas de centro y sur, para en paralelo apoyarnos de distintas maneras, manifestarnos en forma pacífica, pero no todos tienen la misma paciencia, también entendemos a las personas que reaccionan diferente y que están quebradas económicamente y cansadas de los abusos.

No existen más plazos, ya se cumplieron 30, 60, 90, 180 y más días, hay empresas que llevan casi un año cobrando, muchas Pymes quebraron o están al borde de la quiera por culpa de una mala administración.

La energía verde ya se ensucio con tanta estafa. Nosotros debiéramos estar enfocados en trabajar y no en tener que cobrar.

¿Tienen esperanza de resolver el problema?

Chile tiene grandes ambiciones depositadas en el sol que golpea el desierto del Norte de nuestro país; misma situación nuestra, confiamos y tenemos grandes ambiciones depositadas en este Gobierno, le creemos, la esperanza es lo último que se pierde y los dineros los vamos a recuperar.

Esperamos sinceramente que sea mediante la mesa de diálogo, con el apoyo del Ministerio de Energía y los Diputados, las Mandantes extranjeras de estos proyectos solares deberán asumir su responsabilidad social y económica con el pueblo chileno que es lo que corresponde.