La construcción y gestión de instalaciones en zonas remotas ha sido tradicionalmente un desafío complejo y demanda soluciones innovadoras y adaptables, tanto desde el punto de vista técnico como operativo. En estas áreas geográficamente aisladas donde el acceso a infraestructura y servicios básicos es limitado, la planificación y el mantenimiento de las instalaciones adquiere un papel crucial.
Los materiales de construcción deben transportarse grandes distancias habitualmente en condiciones climáticas adversas, incrementando costos y tiempos en los proyectos; las edificaciones en estos sitios deben diseñarse para adaptarse a climas extremos y falta de infraestructura básica como electricidad o agua potable, sin dejar de lado los conceptos de sustentabilidad y eficiencia en el uso de recursos que minimicen su dependencia de redes externas mediante la integración de tecnologías que optimizan el rendimiento energético y mejoran la habitabilidad como paneles solares, sistemas de recolección de agua de lluvia y diseño bioclimático.
Una de las soluciones más efectivas para enfrentar estos desafíos es el uso de edificios modulares transportables o prefabricados; estructuras que se construyen fuera del sitio en fábricas especializadas y luego se transportan al lugar remoto, lo que reduce significativamente el tiempo de construcción in situ y minimiza los problemas logísticos.
Basado en su experiencia, el arquitecto Sebastián Abud de Balko nos explica que “Los edificios modulares están diseñados para ser ensamblados de manera rápida y sencilla, con piezas estandarizadas que se adaptan a las necesidades del entorno y sobre todo de nuestros clientes”. Estos sistemas permiten crear instalaciones que cumplen con los más altos estándares de sustentabilidad y eficiencia energética.
El facility management para este tipo de proyectos requiere una capacidad de adaptación extrema. La gestión de instalaciones no se limita al mantenimiento de edificios, sino que incluye la provisión de servicios como electricidad, agua, alimentación y transporte. El principal reto para los gestores de instalaciones en lugares remotos es garantizar que los recursos lleguen de manera continua y eficiente a pesar de las dificultades logísticas.
La adopción e integración de soluciones y herramientas tecnológicas es la clave para optimizar la gestión de las instalaciones en estos entornos. Así, lo que antes era un desafío costoso, hoy se convierte en un campo fértil para la creatividad y el desarrollo de nuevas estrategias para un futuro más eficiente y resiliente.