Diseñada originalmente hace casi 25 años con la intención de favorecer la cobertura de los costos de la energía en las regiones del país con menores temperaturas en la Patagonia, el Régimen de Zona Fría se expandió luego en 2021 por impulso legislativo del kirchnerismo —a través de la Ley 27.637— a provincias con climas más templados, sembrando dudas sobre su razonabilidad

Un estudio publicado en marzo por la consultora Economía y Energía analizó en detalle los efectos no deseados que tuvo esa ampliación. La observación más concluyente del trabajo es que, como consecuencia no buscada de la iniciativa, el consumo unitario (por hogares) de gas natural se incrementó un 7% entre 2021 y 2024 en las regiones que se incorporaron al esquema de Zona Fría, a la inversa de lo que sucedió en las provincias que quedaron por fuera del programa, donde la demanda unitaria del fluido cayó hasta un 9% en el mismo período.

“Con la creciente concentración de los beneficiarios en las provincias más favorecidas económicamente y la persistente falta de un enfoque sostenible en el consumo de gas, el Régimen de Zona Fría parece estar en una encrucijada que exige una revisión profunda para garantizar que el beneficio sea justo y eficiente para todos los sectores del país”, cuestionó el informe.

Datos

Consultado en la última emisión de Dínamo, el espacio audiovisual que se emite por el canal de YouTube de EconoJournal, Nicolás Arceo, titular de la consultora, dio detalles específicos sobre el trabajo. “Lo que hicimos, inicialmente, fue evaluar cómo impactó en términos de consumos unitarios el Régimen de Zona Fría durante su primera etapa de implementación (o sea, entre 2002 y 2021). A grandes rasgos, en ese período se vio una caída a nivel federal en el consumo de los distritos por fuera de la denominada Zona Fría de alrededor de un 16% en el consumo unitario (promedio de cada hogar)”, puntualizó el consultor.

En segundo término, el trabajo comparó el consumo unitario experimentado en la Patagonia argentina versus los verificados en el norte de Estados Unidos y el norte de Canadá. “Así llegamos a la conclusión de que el consumo unitario en suelo patagónico era significativamente más alto que (en esos países norteamericanos), más allá de que no pueda trazarse una relación directa porque los niveles de electrificación son distintos (está mucho más extendida en EE.UU. y Canadá), al igual que los niveles de tarifas y el aislamiento térmico de las casas. Estamos hablando de una noción general”, aclaró Arceo.

En 2021, recordó, se determinó la ampliación del Régimen de Zona Fría abarcando territorios como el sur de Santa Fe, el sur de Córdoba, Mendoza y buena parte de la provincia de Buenos Aires. “Hoy el alcance de este instrumento es de un 49% de los usuarios argentinos, incluyendo a la zona con el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita más alto del país”, precisó.

Hood Robin

En definitiva, mientras que la primera etapa del programa tenía, a su entender, una lógica consistente, ya que en la Patagonia se registran temperaturas muy bajas y hacía falta una tarifa diferencial, la segunda desvirtuó por completo ese sentido, contemplando hogares de nivel N1 (de altos ingresos) que no necesitaban ser subsidiados.

“Al evaluar los datos de 2021 contra los de 2024, lo que vimos fue que los usuarios de zonas no beneficiadas redujeron su consumo entre un 8,5% y un 9%, al tiempo que los de Zonas Frías lo elevaron entre un 6% y un 7%, quedando en evidencia un claro impacto (no deseado) de la política tarifaria en materia de demanda diferencial”, advirtió.

Los números aportados por el titular de Economía y Energía suscitaron una definición tajante por parte de Juan José Aranguren. “Se subsidió a los ricos”, sentenció ex ministro de Energía durante la gestión de Cambiemos.

, Redaccion EconoJournal