El cristinismo filtró el viernes por la mañana a algunos medios de comunicación las directrices principales de un plan de segmentación de tarifas y se encargó expresamente de subrayar que la propuesta le fue entregada en diciembre al ministro de Economía, Martín Guzmán. Algunos analistas interpretaron esa jugada como un avance oficial en el plan de reducción de subsidios que exige el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, la intención de esa filtración, llevada adelante por voceros de La Cámpora que no trabajan en el Ministerio de Economía ni en la Secretaría de Energía, fue más modesta: en principio dejar en claro que no son ellos los que están frenando la segmentación y que la responsabilidad de que aún no se haya avanzado es del ministro de Economía.

¿Por qué ahora?

Si el plan de segmentación de tarifas se le presentó a Guzmán en diciembre, ¿por qué desde La Cámpora salieron a filtrar esa información el viernes cuando el ministro estaba en Moscú acompañando al presidente Alberto Fernández? No hay certezas, pero la decisión parece haberse tomado a raíz del artículo que publicó EconoJournal el miércoles pasado donde altas fuentes del albertismo embistieron con dureza contra el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, y el interventor del Enargas, Federico Bernal, los dos delegados de la vicepresidenta en el área energética, responsabilizándolos por falta de avances en la segmentación tarifaria.

Luego de que Máximo Kirchner renunciara a la jefatura del bloque del Frente de Todos en disconformidad con el principio de acuerdo negociado con el FMI, EconoJournal consultó a fuentes del albertismo si esa decisión podía generar algún cambio al interior del área energética. “Lo único concreto que te puedo decir es que todos sabemos que los Federicos, por una combinación entre inoperancia, ineptitud y enfrentamiento político, son un escollo para avanzar en algo mínimamente razonable que sea compatible con el muy razonable esquema fiscal acordado”, aseguró una alta fuente oficial.

-¿Van a ser desplazados? –preguntó este portal.

-Hay visiones divergentes. Lo único que está claro es que no han hecho nada para avanzar con la segmentación. En dos años se solucionó la pandemia, se inventaron 10 vacunas, se curó a millones de pacientes de un virus nuevo y estos dos tipos no fueron capaces de cobrarle la tarifa completa ni a los hogares de Puerto Madero. –respondió la misma fuente.

Esa dura declaración volvió a dejar en evidencia la ruptura al interior de la alianza y pareciera haber sido la razón que motivó la filtración del viernes con el único objetivo de dejar en claro que no es el cristinismo el que está frenando la puesta en marcha de la segmentación tarifaria.

El mismo modus operandi

Al igual que ocurrió el 29 de diciembre, cuando el cristinismo filtró a la prensa por los mismos canales oficiosos que el aumento de las tarifas hogareñas de luz y gas va a ser este año de 20%, la decisión de difundir a los medios la propuesta de segmentación tarifaria se tomó de manera unilateral y sin coordinarlo con Guzmán.

En aquella ocasión, EconoJournal informó que Guzmán no estaba al tanto de la jugada. Ante las consultas periodísticas posteriores, desde el Ministerio de Economía aseguraron que la decisión de salir a instalar que el aumento de tarifas iba a ser del 20% sí había estado consensuada, pero lo hicieron solo porque en todo momento tuvieron claro que era menos costoso políticamente para ellos decir que estaban al tanto que reconocer que no lo estaban.

El único funcionario que salió on the record a fin de año a confirmar la información del aumento de tarifas del 20% fue el secretario de Energía, Darío Martínez, a través de un hilo de tuiter el 30 de diciembre por la tarde. Ahora también fue Martínez el encargado de confirmar en on the record que ENRE y Enargas sí habían acercado una propuesta de segmentación y volvió a hacerlo solo por Twitter. “Segmentación: Enre, Conicet y Enargas acercaron propuestas que están siendo trabajadas por la Subsecretaría de Planeamiento que junto al equipo del Ministerio de Economía tiene a su cargo el diseño de la herramienta, la cual se aplicará cuando el Gobierno tome la decisión”, fue el escueto mensaje del secretario que tiene la difícil tarea de hacer equilibrio en medio de la feroz interna entre los hombres de Alberto Fernández y los delegados de La Cámpora en la secretaría de Energía.

Por si quedaba alguna duda sobre por qué el cristinismo decidió filtrar la información de la segmentación tarifaria el viernes, dos días después de la nota de EconoJournal, el interventor del Enargas, Federico Bernal, las despejó el viernes al hacerle retweet al mensaje de Darío Martínez y agregar: “El propio Secretario de Energía se encarga de dar por tierra las operaciones berretas de pasquines berretas. La segmentación en su primera etapa a un paso de hacerse realidad por primera vez. Fruto de un gran e histórico trabajo en equipo”.

La propuesta de segmentación

El esbozo de plan de segmentación tarifaria filtrado por el cristinismo el viernes afirma que identificaron a 487 mil usuarios residenciales del Área Metropolitana de Buenos Aires. Más de tres cuartas partes de esos usuarios se encuentran en los barrios porteños de Puerto Madero, Recoleta, Palermo, Belgrano y Núñez, una parte de Colegiales, algunas manzanas de Villa Urquiza, Retiro, Saavedra y Villa Devoto y una zona de elevado valor de Caballito. El resto están en el Gran Buenos Aires: unos 67.800 usuarios de Vicente López y San Isidro más otros 48.000 domicilios dentro de 466 countries y otros barrios cerrados.

El texto no explicita qué condición cumplen los que forman parte de este universo ni tampoco aclara qué sucedería con ellos. ¿Se les cobrará la tarifa real sin subsidios de un día para el otro o será gradualmente? ¿Habrá escalas dentro de ese universo o impactará a todos por igual?

A modo de ejemplo: un usuario de Edenor o Edesur paga por la energía que consume en el horario pico un precio de 1852 pesos por MWh, según se desprende de la última programación trimestral del sistema eléctrica que publicó la semana pasada la Secretaría de Energía. El costo real asciende, sin embargo, a los 8080 pesos por MWh, según lo definido en la misma normativa. Eso quiere decir que, si les retiran completamente los subsidios, como filtró el viernes el cristinismo, los 487.000 usuarios del área metropolitana de Buenos Aires pasarán a pagar 4,36 veces más por la energía.

¿De cuánto sería el impacto en los cuadros tarifarios de ese universo de clientes? El precio estacional de la energía (PEE) explica, a groso modo, entre un 50% y un 60% del las tarifas antes de impuestos que terminan abonando los hogares. Por lo que, si se avanza con la quita total de subsidios, las tarifas terminarían aumentando, como mínimo, entre un 150% y un 200 por ciento. En la práctica, la factura final que paga ese medio millón de clientes aumentaría tres veces de una vez. ¿Validará el cristinismo ese salto después de repetir en los últimos dos años que las tarifas tienen que ser  justas, razonables y asequibles? Aunque se trate de un aumento para el segmento de altos ingresos, ¿no contradice una suba de esa envergadura el espíritu de gradualidad que fundó el fallo Cepis durante la presidencia de Mauricio Macri? Lo único seguro hasta el momento es que la propuesta todavía no está consensuada al interior del gobierno.

La entrada El cristinismo acusó el golpe y dice que es Guzmán el que no avanza con la segmentación se publicó primero en EconoJournal.

, [#item_author]