El presidente de la estatal Energía Argentina (Enarsa), Hugo Balboa, adelantó que ya esperan que las compras de Gas Natural Licuado (GNL) se reduzcan por lo menos a la mitad en 2019 o un año después, a partir de la oferta del fluido que proveerán los yacimientos no convencionales en Vaca Muerta.
“Si hacemos las cosas bien, tendremos cada vez más gas y podríamos contratar menos de 35 o 40 barcos con GNL desde 2019”, remarcó Balboa.
Además, el funcionario reveló que debido a que el clima acompañó (las temperaturas no fueron tan bajas en el invierno), pasarían al menos un barco de los 69 contratados este año para 2018, ya que no haría falta su inyección al sistema.
En lo que resta del año, llegarían a Bahía Blanca un barco de Shell (mañana) y otro de British Petroleum (el 10 de octubre) con 84 millones de metros cúbicos (MMm3) de gas cada uno, mientras a Escobar ingresará hoy un buque de Trafigura con 54 MMm3 y arribarían tres cargamentos con el mismo volumen de Trafigura (el lunes 25), Glencore (viernes 29) y Vitol (16 de octubre). Los barcos con fecha en octubre son los que podrían trasladarse a la próxima temporada.
La importación de GNL es una alternativa mucho más barata que el gasoil (hoy en u$s 12 por millón de BTU, contra los u$s 5,75 / MMBTU del gas líquido), limitada por la capacidad de regasificación en los puertos de Escobar y Bahía Blanca. Este año, el Estado destinará u$s 983,1 millones en total para las adquisiciones de GNL. Frente al estancamiento de la producción de gas y una demanda también estable, el Ministerio de Energía recurre también al gasoil, gas boliviano y gas importado por Chile que, de acuerdo con el análisis de Balboa, aún siendo más caro que el de Bolivia es mejor que comprar gasoil.
En los próximos meses, se conocerá la cantidad de buques con GNL que entrarán en 2018, cuando termine la licitación. El viernes pasado, las autoridades de la compañía estatal contaron que pudieron bajar un 37% en dólares los costos de remolque de los barcos que llegan a los puertos de Escobar y Bahía Blanca, donde se regasifica el GNL.
Enarsa destinará u$s 10.425.716 en 2018 para el remolque, que estará a cargo de Madero Amarres, Antares e Inversora Marítima Argentina. Este año se pagará u$s 16.461.870 por este ítem y en 2015, último año de la gestión anterior, se había abonado u$s 26.642.024. El ahorro comparado con 2015 es de 61%.
El concurso público que concluyó este mes y cuyos resultados se publicarán en el Boletín Oficial esta semana, determinó que el servicio del remolque en Bahía Blanca será prestado por Antares, a una tarifa de u$s 172.200 por barco, y Madero Amarres, a u$s 118.772. Esta última empresa también lo hará en Escobar a u$s 175.154 e Inversora Marítima Argentina a u$s 144.900.
La intención clara del Gobierno en el sector energético es diferenciarse de la gestión del ex ministro Julio De Vido, hoy investigado en decenas de causas judiciales por convalidar precios mucho más altos que en el resto del mundo. Uno de esos casos fue el contrato con BP en 2013, que Balboa calificó de “dudoso”, por el que Enarsa compró a la petrolera británica GNL a u$s 15,54 / MMBTU, mientras se podía realizarlo a u$s 10,50 / MMBTU.
En los dos últimos años del kirchnerismo, cuando recién empezaba a repuntar la producción doméstica del fluido y la demanda seguía alta, con las tarifas por el suelo, el Estado pagó más de u$s 6000 millones por la importación de gas líquido.