El Gobierno de la Nación decidió nuevamente postergar los aumentos de tarifas de luz y gas que estaban programados para julio. La decisión tiene que ver con garantizar el sendero de desinflación.
Mientras terminan de definir un nuevo mecanismo de indexación mensual en las boletas, el ministro de Economía Luis Caputo resolvió volver a postergar las subas de la tarifas de los servicios para no sumarle presión a la inflación.
Estos incrementos estaban destinados a mejorar los márgenes de las empresas que brindan servicios públicos regulados de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural, y habrían tenido un impacto del 2-3% en las facturas de hogares, comercios e industrias.
No obstante, a partir del 1° de julio se aplicará un nuevo ajuste sobre el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) tal como ocurrió en los meses previos. El porcentaje de aumento podría oficializarse en las próximas horas, pero distintas fuentes adelantaron que rondaría el 1%.
Por el lado de la luz y el gas, las empresas afectadas por la medida son Transener, Transba, Transpa, Edenor, Edesur, Transportadora de Gas del Sur (TGS), Transportadora de Gas del Norte (TGN), Metrogas, Naturgy, Camuzzi y Ecogas, entre otras. “Vamos a tener que reducir violentamente nuestro plan de inversiones”, anticipó el ejecutivo de una firma.
Entre febrero y abril, el Gobierno había firmado acuerdos con las compañías para que desistieran de reclamos judiciales y administrativos a cambio de aumentar las tarifas y mantener una fórmula de indexación mensual en base a la evolución pasada de la inflación, los salarios y el costo de la construcción. La primera vez que se tuvo que aplicar esa fórmula, en mayo, se postergó hasta junio.
Pero para junio Caputo le había ordenado al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, cancelar ese mecanismo y empezar desde julio con una fórmula que incorpore la inflación futura proyectada para actualizar los ingresos de las empresas. Finalmente, otra vez el Gobierno lo vuelve a aplazar.
En el Palacio de Hacienda saben que el recorte en subsidios que aplicó la Secretaría de Energía de Eduardo Rodríguez Chirillo en junio tendrá un impacto fuerte en las facturas en especial sobre los usuarios de ingresos medios y bajos, donde estuvo focalizada la quita. A eso se sumará un mayor consumo estacional por menores temperaturas ante el comienzo del inverno. El resultado será facturas más abultadas con subas superiores al 400% en el caso de la electricidad y del 1.000% para el gas natural.
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