Los nuevos impuestos extraordinarios sobre las empresas energéticas, entidades financieras y grandes fortunas entraron en vigor este jueves en España tras su publicación ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que permitirá gravar ya el ejercicio 2022 y empezar a recaudar en 2023.
Pedro Sánchez defendió que estos tributos especiales “no son anacrónicos en el contexto europeo” y “gobiernos de distinto signo, no solamente progresistas, sino también conservadores” han puesto en marcha iniciativas similares
La medida apunta a que la recaudación de estos impuestos tenga efectos ya desde 2023 –teniendo en cuenta los ingresos de 2022– y se ingrese también en 2024. Así, los tres nuevos impuestos extraordinarios regirán durante dos años, aunque tras este periodo, el gobierno español evaluará si los mantiene o no.
Se gravará el 1,2% sobre el importe de la cifra de negocio de las compañías cuya facturación haya superado los 1.000 millones de euros en 2019. Se ha excluido de la facturación objeto del gravamen los ingresos derivados de las actividades reguladas.
De este modo, el impuesto no afecta a aquellos ingresos donde el suministro sea a precio regulado, como es el caso del PVPC de electricidad, la tarifa de último recurso (TUR) de gas, el GLP envasado y el GLP por canalización.
Además, en su paso por el Congreso de los Diputados se incluyó en la exoneración los ingresos regulados de las redes de transporte y distribución de electricidad y gas natural y, en el caso de generación con retribución regulada y retribución adicional en los territorios no peninsulares, todos lo ingresos de las instalaciones, incluidos los que perciben del mercado y el despacho económico, respectivamente.
Al mismo tiempo, se introdujo otra enmienda transaccional para que el impuesto se aplique solo a la actividad que las empresas del sector desarrollen en España.
El Gobierno ha sacado adelante el impuesto en el Congreso y el Senado antes de concluir el año, como tenía previsto, para poder recaudar una parte ya el próximo febrero en función de los resultados de 2022. En su balance anual tras el último Consejo de Ministros, este martes, Pedro Sánchez defendió que estos tributos especiales “no son anacrónicos en el contexto europeo” y “gobiernos de distinto signo, no solamente progresistas, sino también conservadores” han puesto en marcha iniciativas similares. El presidente enmarcó la creación de los gravámenes en la búsqueda de “un reparto equitativo de los costos” de la crisis inflacionaria provocada por la guerra de Ucrania.