¿Cómo fueron recibidos los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos por empresarios mexicanos? 

Al sector de las energías renovables nos agrada que haya ganado la elección la fórmula de Joe Biden y Kamala Harris porque vemos que tienen una política muy fuerte enfocada al desarrollo de las energías renovables y el cuidado del medio ambiente.

¿Cómo puede impactar esa política en México? 

No queremos que Estados Unidos se entrometa a definir políticas en otros países. Sin embargo, es innegable el liderazgo que tiene este país; y considero que, si plasma en su política iniciativas positivas para la sociedad, respetando la autonomía de los pueblos latinoamericanos, esto puede ser muy provechoso para todos.  

Con esa lectura preliminar, si un país como México de manera voluntaria reflexiona que su principal socio comercial tiene nuevas intenciones estratégicas, yo voy a trazar mis políticas y plan de acción en línea con aquel. Para mí, el Plan Biden para la revolución de energía limpia impulsará a los negocios verdes en México.

En el sector energético y medioambiental, ¿qué englobaría esas medidas? 

Menciona tanto la revolución de la energía limpia o renovable y la justicia mediambiental. Dentro de ese plan hay muchos objetivos y acuerdos que de alguna manera impactarán a México. Para mí, el Plan Biden para la revolución de la energía limpia impulsará a los negocios verdes en México.

Es importante indicar que es una política interna de Estados Unidos, pero de la cuál muchos países pueden aprender. Como empresarios de este rubro deseamos que esto influya en el trazado de nuevas políticas energéticas en México y en las decisiones del Gobierno para ser impulsores de las energías renovables y el cuidado del medioambiente. 

¿Hay nuevos horizontes de negocios para empresas mexicanas de este rubro en Estados Unidos? 

Sí. Esto abre las puertas a ese tipo de oportunidades. Qué es el huevo que la competencia con el gigante que es China, en fabricación de equipos de energías renovables – tanto turbinas eólicas como paneles solares- será todo un desafío, pero hay empresas mexicanas que pueden asumirlo mejorando la calidad de sus productos y procesos, ampliar sus certificaciones internacionales y y alguna manera por la cercanía y la vecindad podrían tener oportunidades de exportación.

¿Con qué barreras podrían encontrarse?

Como dije, los fabricantes competirán contra China. Por otro lado, una barrera que sí se podría encontrar en Estados Unidos es el exceso de regulación. No sé si la legislación americana permite que grupos de instaladores puedan exportar sus servicios. Es algo a revisar porque muchos Estados son bastante estrictos con leyes laborales fundamentalmente con mano de obra calificada. Eso hace también a una diferencia de precios que hoy nos dejan como una opción más competitiva. 

¿De cuánta diferencia estaríamos hablando? 

Hoy, en México tenemos sistemas fotovoltaicos de generación distribuida principalmente (menos de 500 kW) a precios alrededor de USD$1 el watt instalado; en cambio, en Estados Unidos por el exceso de regulaciones este precio puede rondar los USD$3 por watt instalado.