El Senado de Brasil aprobó, en lo general, el proyecto de ley que establece el marco legal para la producción de hidrógeno bajo en carbono e incentivos fiscales y financieros para el sector (PL 2.308/2023). 

La particularidad es que quedaron pendientes algunas enmiendas planteadas por diversos legisladores, vinculadas a incentivos entre autoproductores y productores de hidrógeno, licencias para proyectos eólicos offshore destinados a producir H2V y ampliaciones de las zonas de procesamiento y exportación (ZPE) para dicho vector, entre otros puntos. 

Por lo que las modificaciones quedaron pendientes para una futura sesión del Plenario de la Cámara Alta, la cual se espera se lleve a cabo en julio, según fuentes cercanas del sector energético de Brasil.

Y una vez finalizada dicha votación, el proyecto regresará a la Cámara de Diputados para un mayor análisis de las modificaciones particulares que realice el Senado. 

La ley buscará fomentar la producción de hidrógeno bajo en carbono, incluyendo el obtenido a partir de fuentes renovables no convencionales, como aquel producido a partir etanol y otros biocombustibles, o mismo el “H2 electrolítico”, producido por electrólisis del agua y otras alternativas que definirán los poderes públicos. 

“Este proyecto apunta al futuro. Tenemos un enorme potencial del hidrógeno verde, ya sea para uso interno o exportación, de tal modo que algunos empresarios ya tienen una cartera de proyectos y con la regulación podrán comenzar a llevarlos a cabo”, señaló el senador Jaques Wagner.

Además, tal como anticipó Energía Estratégica tras la aprobación del proyecto en la Comisión Especial para el Debate de Políticas Públicas sobre Hidrógeno Verde del Senado de Brasil (ver nota), se creará un Régimen Especial de Incentivos a la Producción de Hidrógeno con Bajas Emisiones de Carbono (Rehidro).

Este último tendrá vigencia desde 2025 a 2029, con metas y objetivos concretos, por el que podrá participar toda la cadena de valor (transporte, distribución, envasado, almacenamiento o comercialización), que será incluida en el Régimen Especial de Incentivo al Desarrollo de Infraestructura (Reidi). 

Es decir que las empresas estarán exentas del pago por las contribuciones sociales del programa de integración social (PIS), el programa de formación de servidores públicos patrimoniales (PASEP) y la contribución al financiamiento de la seguridad social (COFINS).

Ello incluye exenciones impositivas en las importaciones, la compra de materias primas, productos intermedios, embalajes, stocks y materiales de construcción elaborados por productores cualificados de hidrógeno bajo en carbono. 

“Todos los estados de Brasil pueden ser beneficiados, tener vocaciones e itinerarios de producción y desarrollo de hidrógeno bajo en carbono. Esta aprobación de la ley permite que Brasil protagonice una actuación en el área del H2”, complementó el legislador Cid Gomes

Los incentivos superan los R$ 18.300.000.000 a lo largo de cinco años a pedido del propio sector que han realizado en el área y se podrán utilizar para pagar cualquier impuesto federal y, si no existe deuda para compensar, el crédito se reembolsará en efectivo. Aunque el mismo no podrá exceder los siguientes montos por cada año:

Máximo de R$ 1.700.000.000 en el año 2028
Tope de R$ 2.900.000.000 en 2029
Límite de R$ 4.200.000.000 para el año 2030
Umbral de R$ 4.500.000.000 al 2031
Máximo a otorgar de R$ 5.000.000.000 durante el año 2032. 

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