Latinoamérica avanza en el desarrollo de proyectos eólicos offshore y cada vez son más los países de la región que sus normativas, regulaciones y oportunidades hacia ese tipo de mercado, como por ejemplo Brasil o Uruguay que trabajan en distintos modelos licitatorios para parques renovables fuera de la costa.

Pero esta tecnología también cuenta con retos más complejos a comparación se la eólica onshore, que ya se ha asentado con fuerza en LATAM, entre ellos la medición del recurso renovable, los sistemas que se utilizan y el mantenimiento requerido por los mismos.

Vasilii Netesov, gerente de Desarrollo de Proyectos de Ventus, conversó sobre ello con Energía Estratégica y planteó que el sistema LiDAR (Light Detection And Ranging) tiene ventajas sobre el SoDAR (Sonic Detection and Ranging) para realizar el análisis de datos para parques eólicos offshore.

«En caso del SoDAR su precisión depende de la temperatura del aire y de la velocidad del viento, y es ligeramente inferior a la precisión de los LiDARs», aseguró. 

Mientras que LIDAR, que funciona según el principio del radar pero con la luz de un láser, permite la instalación tanto en la costa, donde puede medir 10 kilómetros de distancia desde la costa al mar con buena disponibilidad y precisión de datos, como también en una mini plataforma flotante que se ancla al suelo del mar en aguas no tan profundas, ya que es un equipo robusto preparado para esas condiciones. 

«La diferencia y uno de los principales retos radica en el costo. El precio de un LiDAR que se instala en la costa y mide hasta 10 kilómetros supera USD 400.000, el mantenimiento del sistema durante la campaña de medición puede superar  los USD 100.000, dependiendo de la instalación onshore/offshore. La ventaja es la movilidad del equipo y la velocidad de instalación. En tanto que aquel que se coloca en la plataforma flotante, cuesta alrededor de USD 200.000, aunque también hay que considerar los costos de aduana y servicios para offshore que se puedan conseguir en cada país «, explicó Netesov.

«Hay muchos sitios en el sur de Brasil y en Uruguay donde la profundidad no es tan grande y, si la decisión de desarrollar offshore ya está tomada, tendría sentido medir en esas zonas.” agregó.

Tener menor profundidad en las costas podría reducir el CAPEX. “En todo caso es importante considerar que, a diferencia de los países Europeos, Uruguay y Brasil cuentan con buen recurso eólico onshore y suficiente territorio para no depender de los parques offshore», comentó.

Y bajo la mirada del especialista, si dicha tecnología LiDAR se mantiene, salvo que se deba medir con exactitud a más de 15-20 kilómetros de distancia desde la costa, «todo apunta a que las mediciones offshore serán a través equipos LiDAR que se instalen en la costa».

«Aunque, para el avance a nivel internacional, se precisan reducir los costos. Y para ello, necesitamos más producción, más oferta de este tipo de equipos, como también más normas que avalen estos sistemas. Si se desarrolla mejor la industria, bajan los costos, habrá más mediciones. En Ventus ofrecemos servicios en todas las etapas de los procesos constructivos de los proyectos renovables, incluida la prospección, que es clave para prever la viabilidad de estos proyectos», concluyó el gerente de Desarrollo de Proyectos de Ventus.