México atraviesa un momento de incertidumbre en materia energética debido, principalmente, a la discusión por la reforma eléctrica (se lleva a cabo un parlamento abierto hasta el 15 de febrero) y las medidas implementadas por la administración.
Sin embargo, existen algunas ventanas de oportunidad de conocimiento público para proyectos renovables y de energías limpias en el país. Y es por eso que desde Energía Estratégica los repasamos a continuación:
A nivel de gran escala, se encuentra el parque solar en Puerto Peñasco (Sonora), que se realizará con participación del gobierno estatal y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El mismo se llevará a cabo en varias etapas (iniciará con 150 MW) hasta alcanzar 1000 MW de capacidad en los próximos año y tendrá un costo de 1644 millones de dólares.
CFE también reconoció sus intereses en la producción de hidrógeno verde y anunció un proyecto piloto operativo para 2023, donde las plantas fotovoltaicas de Sonora o la de Cerro Prieto (Baja California) podrían brindar la energía necesaria.
Y además la propia Comisión Federal de Electricidad ya anunció que modernizará varias centrales hidroeléctricas (ya se firmaron contrato por nueve de ellas) y entrarán en operación a lo largo de 2023 e inicios de 2024. Pero el Plan Integral de Modernización de Centrales Hidroeléctricas contemplaba la actualización de catorce parques de generación de esta índole, por lo que aún resta definir qué ocurrirá con las cinco restantes.
Siguiendo la temática de utility scale, otra iniciativa pendiente es la planta solar de 200 MW de potencia que dará energía al Tren Maya, transporte que abarcará cinco estados de la región sureste del país: Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.
Y en este caso, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) suspendió los planes para este año debido a que las autoridades vaticinaron que primero desean finalizar las obras del propio transporte, mientras que la generación renovable “irá a otro ritmo”.
Por otro lado, hoy mismo se conocerán las ofertas económicas por el proyecto fotovoltaico (de 20 a 30 MW) de la Central de Abasto ubicada en Ciudad de México, en la que doce empresas concursan en la licitación pública. En tanto que el fallo se publicará el lunes 14 de febrero de manera virtual.
De todos modos, el gobierno de CDMX no se quedará sólo con esa propuesta sustentable, sino que también apuntará a una Planta de Carbonización Hidrotermal en el Bordo Poniente, en coordinación con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y el apoyo de la Secretaría de Energía del gobierno de México y de la CFE.
El objetivo principal será transformar los residuos sólidos orgánicos o basura orgánica en electricidad y carbón, pero al ser un proyecto muy reciente, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México todavía no brindó mayores detalles.
Puebla es otra de las entidades federativas que impulsa las energías limpias y planifica nuevas convocatorias enfocadas en generación distribuida, eficiencia energética, gas natural vehicular y electromovilidad, luego de un buen 2021. La Agencia de Energía cerró el año con al menos 2 MW más instalados en generación distribuida y días atrás lanzó la convocatoria del Programa para el Aprovechamiento Energético de Propiedades del Estado de Puebla (PROAEP).
La meta es identificar polígonos territoriales que cuenten con las condiciones propicias para el desarrollo de nuevos proyectos de inversión que apoyen al desarrollo energético del estado. Es decir, vincular a los propietarios con empresas desarrolladoras o inversionistas.
A estas oportunidades se les debe agregar otras iniciativas por diversas entidades, como el caso de Banverde, que prevé financiar 40 MW de generación distribuida. O incluso si surgieran posibilidades a través del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica o de la SENER para comunidades aisladas.