Aunque el invierno todavía no arrancó, los hogares se preparan para los meses de frío. El importe que destinarán a las boletas de gas puede tener hasta 30 variaciones: dependerá de los ingresos de cada grupo familiar, de la ciudad en la que viven y de su nivel de consumo. Por la quita de subsidios y la segmentación, las facturas aumentarán 180% en relación al invierno pasado para los 2,7 millones de clientes que perderán las subvenciones estatales.
El Gobierno dividió a los clientes de servicios públicos en tres categorías: ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3). Para los primeros, la suba del gas será 180%, para los de menos recursos alcanzará 50%, y para los “medios” será de 100%. Cada boleta será diferente según cómo quedó cada cliente en la segmentación.
Pero, además de eso, hay otra complejidad. Argentina subsidia fuertemente a las ciudades patagónicas, porque su consumo de gas es muy superior al promedio nacional. Es porque tiene temperaturas bajas durante mayor cantidad de días que Buenos Aires, por ejemplo. De esta forma, un hogar en Santa Cruz o Tierra del Fuego puede demandar hasta 7 veces más gas que Buenos Aires, y aún así pagar menos que en la capital del país.
Los clientes patagónicos están protegidos por un régimen denominado de “zonas frías”. En 2021, a ese mecanismo se agregaron ciudades no patagónicas. Están ubicadas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Juan, Salta, San Luis. Se supone que son conglomerados urbanos con mayor frío que el promedio. Y las distribuidoras de esos lugares deben realizar un descuento adicional, subsidiado por el Estado.
“Cuando se sancionó, las boletas de gas eran tan bajas que nadie se dio cuenta. Pero ahora, que los importes se ajustaron, las distribuidoras y los clientes van a empezar a notar el peso de esos descuentos”, señala un ejecutivo de la industria. “La ampliación de la ley de zonas frías a lugares como Córdoba es un dislate. Hay que derogar esa ampliación. Ya hay lugares donde no hay gas que también piden beneficios porque consumen mucha luz. Está todo desequilibrado”, sostienen en la Fundación Alem, un espacio energético dentro del radicalismo, que está dentro de Juntos por el Cambio.
Un 40% de los hogares conectados a la red de gas fueron caratulados de ingresos “altos”. Un 36% corresponde al segmento más rezagado. Un 24% está en las capas medias sobre un padrón de 6,8 millones de clientes, según datos del Gobierno Cada uno de esos clientes pagará diferente. Y eso además cambia según la localidad: hay un precio de gas en Buenos Aires, otro en las provincias de “zonas frías” (como Santa Cruz, Chubut o Tierra del Fuego) y un tercero en “zona fría ampliada”, como puede ser en Río Cuarto (Córdoba).
A eso hay que añadirle que también existen distintas categorías tarifarias, según el consumo. Un cliente R1, de Metrogas, paga un cargo fijo mensual de $ 800. En cambio, un cliente denominado R3-4 abona $ 3.600 mensuales por ese concepto, es decir casi cuatro veces y media más. Por la ley de zonas frías, un hogar R1 tiene un 70% de descuento en relación a Buenos Aires en las ciudades patagónicas, y un 50% en las zonas de zona fría ampliada (que se reparte en localidades de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Juan, Salta y San Luis).
“La segmentación, el lugar de operación (si está dentro de la zona fría original o ampliada), la cantidad de consumo. Es casi imposible encontrar dos usuarios que paguen el mismo importe por una boleta de gas. Hay más de 30 precios distintos”, reflexionan en una distribuidora. “Es una maraña”, agregan en otra compañía.
En Buenos Aires, cada metro cúbico de gas se paga entre $ 47 y $ 58, de acuerdo a la cantidad que se consuma. A mayor demanda de gas, el importe es más alto. Eso no sucede en la concesión de Camuzzi Gas Pampeana, por ejemplo, que abarca el interior de la provincia de Buenos Aires y La Pampa. El metro cúbico consumido en el interior provincial bonaerense sale entre $ 43 y $ 45 (menos que en Buenos Aires), mientras que en La Pampa va de $ 24 a $ 30.
En Camuzzi Gas del Sur, la otra concesión de la empresa, el cuadro tarifario tiene 10 variaciones según la ciudad, más otras dos por la segmentación. Esa distribuidora tiene que emitir, como mínimo, boletas con 30 importes distintos. Un cliente que consume mucho en Tierra del Fuego paga $ 2.400 de cargo fijo ($ 1.200 menos que en Buenos Aires) y $ 20 por cada metro cúbico consumido. En Buenos Aires, esa misma molécula sale $ 58.
Un cliente de Ecogas, la distribuidora de Córdoba, La Rioja y Catamarca, paga por el gas algo más cercano a lo de Buenos Aires que a la Patagonia. Pero hay algunas localidades que ingresaron a la ley de zonas frías “ampliadas”. En eso caso, poseen un 50% de descuento.
Las distribuidoras de gas fueron un negocio en los 90. British Gas llegó a pagar US$ 75 millones por el 25% de Metrogas, lo que valuaba la compañía en US$ 300 millones. El valor de esas compañías en la bolsa cayó. La española Naturgy busca desprenderse de sus operaciones en el país, hasta ahora sin suerte. Los controlantes de Camuzzi, que también buscaron inversores en el gobierno de Mauricio Macri, se resignaron a tener que esperar para ver si vuelven a concitar interés extranjero.
Fuente: https://www.clarin.com/economia/argentina-30-tipo-tarifas-gas-subas-llegarian-180-_0_tmc0teJ3Xq.html