El miércoles de la semana pasada, ingresó a la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados y Diputadas un proyecto de Ley que “Impulsa la producción y uso del hidrógeno verde en el país” (ver), presentado por el Ministerio de Energía y el de Hacienda.

El objetivo de la propuesta es “impulsar un mercado nacional de hidrógeno verde, mediante el establecimiento de mezclas de hidrógeno en las redes de gas natural y la habilitación de la Empresa Nacional del Petróleo para participar en su desarrollo”.

De este modo, el Gobierno busca fomentar la demanda de hidrógeno verde (H2V) e impulsar el desarrollo de esta industria en Chile, estableciendo que, a partir de enero del 2030, las concesionarias de distribución de gas de red “deberán distribuir anualmente un porcentaje de H2V respecto del volumen total distribuido”.

“Las concesionarias también podrán cumplir con hasta un 50% de la obligación con Gases Sustentables como biometano, metano sintético y cualquier otro fluido gaseoso combustible sustentable definido por reglamento”, indica el proyecto.

Asimismo, en el artículo 4º, se indica que “las nuevas instalaciones, así como los artefactos, tanto de propiedad de la concesionaria como de sus clientes y consumidores, que las concesionarias incorporen en las redes mediante las cuales presten el servicio público de distribución de gas de red, deberán ser compatibles con una participación de hidrógeno verde mínima de un 20%”.

Los objetivos y el propósito del proyecto de Ley

Cabe destacar que, a partir del 11 de marzo del 2022, Sebastián Piñera entregará la presidencia a Gabriel Boric, tras triunfar en las elecciones del domingo pasado.

En ese marco, el actual Gobierno lanzó este proyecto de Ley para sellar alguna de las metas establecidas en la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, publicada por el Ministerio de Energía en noviembre del año 2020.

Allí se establecieron tres puntos básicos: (i) posicionar a Chile como el destino principal para la inversión de hidrógeno verde en Latinoamérica, con 5 mil millones de dólares comprometidos y 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al 2025; (ii) producir el hidrógeno verde más barato del planeta al 2030, por debajo de los 1,5 dólares el kilogramo de hidrógeno; y (iii) exportar 2,5 mil millones de dólares al año de hidrógeno verde y sus derivados al 2030 y ser uno de los tres principales exportadores al 2040.

“Conforme a la Etapa I de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, para alcanzar las metas mencionadas, la primera etapa de implementación se centrará en las aplicaciones domésticas y en el levantamiento de demanda. Se acelerará el desarrollo del hidrógeno verde en seis aplicaciones para construir una cadena de valor local y adquirir experiencia. Estas aplicaciones son refinerías de petróleo, amoníaco verde, camiones mineros de carga, camiones pesados de ruta, buses de larga distancia e inyección de hidrógeno a redes de gas”, argumenta el proyecto de Ley.

Señala que, en la segunda etapa de implementación, se habilitará la demanda internacional para exportaciones donde, inicialmente, se exportará amoniaco verde, seguido de hidrógeno líquido y otros vectores energéticos como combustibles sintéticos.

“En relación con la etapa de levantamiento de demanda, uno de los mercados prometedores para el hidrógeno verde es su uso en redes de distribución de manera de servir como combustible para calderas y otras aplicaciones domésticas, comerciales e industriales, que actualmente se abastecen con gas natural”, indica la propuesta.

Y argumenta: “Por esto, el proyecto de ley propone exigir a las concesionarias de distribución de gas de red, la participación de hidrógeno verde en las redes de gas, lo que permite generar demanda local de hidrógeno verde y, al mismo tiempo, usar la infraestructura de gas existente y la experiencia de la industria”.

Explica que eso “permitirá escalar la industria doméstica de este combustible limpio, descarbonizar el sector y reducir la necesidad de nuevas intervenciones físicas en los hábitats naturales y las ciudades. Así también, el proyecto posibilita la utilización de otros gases como el biometano o el metano sintético, para cumplir con esa participación dentro de la mezcla con gas natural”.