Ante el incremento en la demanda de combustibles se busca sumar al menos 250.000 metros cúbicos anuales de bioetanol para cumplir con las cuotas de mezcla obligatoria determinadas por ley.

Al respecto, la Secretaría de Energía anunció que promueve “nuevos proyectos con la intención de consolidar la diversificación de la matriz energética y contribuir al crecimiento de las economías regionales”.

Por medio de la Resolución 614/2023 la S.E. convocó a la presentación de nuevos proyectos o ampliaciones de los ya existentes para la elaboración de bioetanol, combustible elaborado a base de caña de azúcar, o de maíz.

La Ley 27.640 (Biocombustibles) establece porcentajes de mezcla obligatorios con combustibles fósiles. El incremento en el consumo de naftas hace que los volúmenes de bioetanol actualmente disponibles resulten insuficientes para abastecer a las empresas mezcladoras.

Por este motivo la S.E. lanzó una convocatoria para aumentar la producción de bioetanol por un volumen mínimo de 250.000 metros cúbicos anuales.

La Secretaria Flavia Royon sostuvo que “Los biocombustibles son parte de nuestro plan de transición energética porque, además de su contribución a la baja de emisiones y al reemplazo de combustibles fósiles, representan trabajo para nuestro interior profundo y sus economías regionales”.

Quienes deseen participar de la convocatoria tendrán un plazo de 45 días para presentar sus proyectos, cuyos cupos y/o ampliaciones serán otorgados bajo el criterio de conservar el equilibro de abastecimiento entre el bioetanol elaborado en base a caña de azúcar y el elaborado a partir de maíz.

Otro criterio a tener en consideración será la desconcentración de la oferta de bioetanol, para lo cual se buscará incorporar una mayor cantidad de actores que puedan contribuir al abastecimiento del mercado.

La selección de proyectos será evaluada de acuerdo a una serie de parámetros entre los que se cuentan: la inmediatez en la puesta a disposición del combustible para su mezcla; la reducción en su huella de carbono, el agregado de valor industrial, la diversificación territorial que aporten las iniciativas; la utilización de tecnología de origen nacional, la infraestructura en energías limpias; la perspectiva de género en la creación de empleo y la generación de saldos exportables.

“En el marco del proceso de transición energética, la incorporación de nuevos tipos de combustible representa una oportunidad para el agregado de valor de las economías regionales a partir de las materias primas del sector agropecuario. De esta forma, garantizar la presencia de los biocombustibles en el mercado nacional resulta de interés estratégico para la consolidación de una matriz energética plural, descarbonizada y capaz de ampliar el entramado productivo de la economía argentina”, puntualizó un comunicado de dicha Secretaría.

La subsecretaría de Hidrocarburos dictará próximamente una normativa complementaria en la que se precisarán las pautas y requisitos que deberán cumplir los titulares de los nuevos cupos o ampliaciones. Una vez publicadas las especificaciones comenzará a correr el plazo para las presentaciones, se indicó.