Daniel Montamat, exsecretario de Energía, opina que 2019 será recordado como el año que marcará un quiebre con respecto a años anteriores. “Digo esto porque este año ingresan al sistema la mayoría de los proyectos del plan RenovAr 1.0 y RenovAr 1.5”, argumenta el actual director del estudio Montamat & Asociados, en referencia a los programas por los cuales el Gobierno licita y adjudica obras para el abastecimiento de electricidad proveniente de fuentes renovables.
En lo que va de 2019 la participación de estas energías en la provisión de la demanda eléctrica nacional creció hasta llegar a 4,8% y es posible que se alcance el 8%. La participación de cada tipo de energía en ese porcentaje es el siguiente: eólica 3,1%, hidráulica 1%, fotovoltaica 0,4% y bioenergía 0,3%, según datos de la Subsecretaría de Energías Renovables.
Según Bosch, el plan inicial se propuso instalar 10.000 MW en 10 años y eso no dependía del sector energético renovable, sino de la marcha de las finanzas y la economía en general. “No es solo un tema de buen diseño energético, sino de política de Estado, porque el que invierte en esto recupera su inversión recién en 20 años, por lo cual es crucial que haya confianza en el país”, señala el especialista.
Para lograr este objetivo, el Gobierno se apoyó en tres capítulos: a) el plan RenovAr, que comprende los contratos firmados por el estado y por los cuales este les compra la energía a las empresas generadoras; b) el mercado entre privados, que se lanzó a fines de 2017 y que implica que se puede comprar y vender energía renovable sin que intervenga el Estado en absoluto, y c) la generación distribuida, que recién empezó este año y que es la posibilidad de que cualquier usuario genere energía renovable en su casa.
Andreas Keller Sarmiento, socio de la empresa Seeds Energy, que produce energía a partir de los residuos de la industria semillera de maíz y de la avícola, dice que lo bueno del plan RenovAr es que dio una estabilidad a largo plazo para los que quisieran invertir en energías alternativas. “Nosotros invertimos US$21 millones en dos plantas (una en Pergamino y otra en Venado Tuerto) y entramos en RenovAr 2 y la 3. Ahora, empezaron los contratos entre privados, pero son muy incipientes y aún no estamos en ese mercado”, cuenta.
En tanto, Walter Lanosa, CEO de Genneia, empresa que invirtió US$1200 millones para generar energía eólica y solar, comenta que en los últimos cuatro años el desarrollo de las energías renovables ha logrado el impulso necesario para convertirse en una alternativa competitiva y eficiente. “Genneia está convencida de que el desarrollo de las energías renovables logrará, en un futuro próximo, poner a nuestro país entre los más destacados de la región”, opina.
Para los especialistas, la energía renovable vino a poner a la Argentina en un lugar donde debía estar desde el punto de vista energético, que es la diversificación de matriz, con la incorporación de toda una industria relacionada. Es muy complejo avanzar, porque va de la mano de una estructuración financiera muy sofisticada, pero una vez que se logra, los beneficios económicos y ambientales son notables.
Un pantallazo sobre la realidad “verde” de algunos países muestra que la Argentina sigue retrasada, pero, de cumplir su meta para 2025, se pondrá a tono: Chile tiene 18% de su matriz energética cubierta con renovables; China, 26%; Estados Unidos, 18%; Australia, 72%; Bélgica, 18, y Noruega, 99%.
Para llegar a la meta del 20% en 2025, harán falta por lo menos dos licitaciones más del plan RenovAr en los próximos tres años, pero antes, según apunta Montamat, se necesitaría ampliar la red de transporte, tanto en 500 kV como en 132 kV para aumentar la cantidad de nodos con capacidad disponible y favorecer la inserción de las renovables en el sistema.
En el caso del plan RenovAr, Kind destaca que la integración de componente nacional, considerando todas las tecnologías, pasó de 14% en la ronda 1, al 30% en la ronda 2. “En el caso de la tecnología eólica, los datos son aún más reveladores: se pasó de un 11% en la ronda 1 a un 37% en la 2, con proyectos provistos casi en su totalidad con equipos de origen nacional”, enfatizó el funcionario.
Desde 2016, unas 80 empresas se sumaron al negocio de las energías renovables. Hay desde pequeñas hasta grandes compañías, entre las que están Pampa Energía, YPF, Central Puerto, Genneia, Seeds Energy, AES Generación, Jemse y Loma de la Lata. Hay otras también que no quieren perderse la “ola verde”, que comienza a ser una realidad y que tardó 20 años en llegar.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/energias-renovables-cuantoy-como-se-produce-hoy-en-la-argentina-nid2265166