De acuerdo al último reporte mensual de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), correspondiente al mes de febrero, la Comisión Nacional de Energía (CNE) asegura que en Chile hasta enero pasado se registraron 30 centrales de energías limpias en etapa de pruebas.
Estos proyectos alcanzan los 769 MW. 533 MW de ellos son explicados por parques eólicos, 229 MW por centrales solares fotovoltaicas, 6 MW por plantas de biomasa y biogás y 1 MW por aprovechamientos mini-hidroeléctricos.
Además, el informe señala que a enero pasado había 5.821 MW representados en 144 proyectos de ERNC. El 62 por ciento de ellos corresponden a fuentes solares fotovoltaicas y el 34 por ciento a eólicas. Es decir, el 96 por ciento de la nómina está formado por energías renovables variables.
De manera desagregada, los solares fotovoltaicos en construcción totalizan 3.599 MW; los eólicos, 1.958 MW; los de biomasa y biogás, 166 MW; la mini hidroeléctrica (hasta 20 MW cada una), 66 MW; y un proyecto de energía geotérmica, por 33 MW.
Actualmente, la matriz chilena está conformada por 6.639 MW renovables no convencionales. Esto representa el 26,4 por ciento del total, siendo que toda la oferta eléctrica de ese país es de 25.180 MW.
Puede apreciarse que, de acuerdo al documento de la CNE, hacia el 2023, cuando estén operativos todos estos parques renovables, la oferta limpia se duplicará.
Por caso, los proyectos solares fotovoltaicos que están en construcción superan a los 3.387 MW de esa tecnología que están operativos y otros 229 MW en etapa de pruebas.
En efecto, en los próximos Chile contará con 7.215 MW solares fotovoltaicos.
Algo similar ocurrirá con los proyectos eólicos: los 1.958 MW en construcción y los 533 MW en etapa de pruebas se sumarán a los 2.151 MW, alcanzando los 4.642 MW.