Entre Ríos reglamentó su ley N° 10.933, de Energía Eléctrica Sostenible, por la cual se planteó el objetivo de que el 30% de la energía eléctrica de la provincia provenga de fuentes renovables hacia el año 2030.
Con ello también se permitirá que cada usuario pueda generar su propia energía, la consuma, abarate sus costos energéticos y también contribuye al cuidado del medio ambiente, ya que también se validó la adhesión a la Ley Nacional N° 27.424 y sus beneficios y se planteó la meta de contar con 50 MW de generación distribuida al 2030.
Además, la normativa exige la incorporación de energía renovable en los proyectos de edificios públicos provinciales y quita la obligatoriedad actual de un medidor de generación adicional para las instalaciones domiciliarias, incrementa de 50 kW a 1 MW la potencia posible a instalar.
Y de igual manera contempla una excepción o reducción del impuesto Fondo de Desarrollo Eléctrico de Entre Ríos (FDEER) de la boleta de luz por 5 años a aquellos usuarios que coloquen energías sustentables.
Asimismo, el gobierno provincial estableció la creación de un plan para alcanzar la instalación de un 20% de medidores inteligentes hacia el final de esta década, como también de un Programa Piloto de Mercado de Energía Distribuida (MED) que permite comercializar esa energía renovable generada con otro usuario que no puede o no quiere generar pero necesita o requiere esa energía.
“Pasaron casi 15 meses desde que se promulgó la ley hasta que se reglamentó, pero lo relevante es que sucedió es importante el trabajo hecho por los distintos estamentos del gobierno y departamentos jurídicos”, manifestó José Humberto Martinez Ruhl, integrante de la Cámara de Energías Renovables de Entre Ríos, en conversación con Energía Estratégica.
“La provincia representa un 3% de la demanda de potencia eléctrica a nivel nacional, por lo que el objetivo del 30% significa tener aproximadamente 230 o 240 MW de energía renovable al 2030. Es un número desafiante y movilizará a los inversores privados y las reparticiones públicas”, explicó.
Y en este sentido, el intendente de Paraná, Adán Bahl anunció casi a la par que salió la reglamentación, que la capital entrerriana construirá un parque fotovoltaico de 10,6 MW, el cual será financiado con fondos municipales y de ese modo se convertirá en el primer municipio productor de energías renovables de la Provincia.
“Es un paso gigante para Paraná, tanto en términos ambientales como productivos”, afirmó el intendente durante la inauguración de un nuevo período de sesiones del Concejo Deliberante.