
A un mes de gestión del nuevo Gobierno de Gustavo Petro, el ex viceministro de Energía, Miguel Lotero, destaca el legado que han dejado desde la administración de Iván Duque en materia de políticas públicas para el desarrollo de las energías renovables y recomienda al Palacio de Nariño ser rápido de piernas para avanzar en temas clave.
Uno de ellos, del cual Lotero reconoce que es “un asunto que siempre será complejo, independientemente del Gobierno”, es el de regular las consultas previas.
Más allá de la posibilidad que la gestión de Petro pueda impulsar una Ley que las estandarice, tal como quiso hacer y no pudo Duque, para Lotero será fundamental “el acompañamiento del Ministerio de Minas y Energía a las empresas” para destrabar gestiones.
“Ahora el nuevo gobierno tiene la oportunidad de entender que la labor del Ministerio siempre implica un balance entre la política pública, el apoyo a las empresas y la conservación de las comunidades. Si uno conserva ese balance, probablemente pueda generar una política pública hacia el desarrollo de los proyectos de manera justa para las comunidades que están en el área de influencia”, resume.
Un segundo eje que propone el ex funcionario es “no solamente prestar atención a la oferta de energía, si no también enfocarse en los proyectos de transmisión”.
“Ya tenemos suficientes proyectos de generación, muchos en cola. Hemos visto que se han presentado solicitudes de conexión por 60 GW –Resolución 075-, más que triplica la capacidad instalada de nuestro país”, observa.
Y enfatiza: “Ahora el reto ahora es seguir avanzando en que se tenga redes adecuadas y suficientemente fortalecidas y extendidas en todo el país para evacuar la cantidad de energía que potencialmente hay en los proyectos de generación”.
Un tercer desafío para Lotero será profundizar “las nuevas tecnologías”. “Hay que seguir impulsando al tema eólico costa afuera. Ya hemos dejado algunas pautas y ahora lo principal que tiene que hacer el nuevo Gobierno es definir un administrador que haga la subasta de las áreas marinas”, sostiene.
Y propone: “Consideramos que el más indicado para hacerlo debe ser la Agencia Nacional de Hidrocarburos. A partir de unos ajustes legales se podrá hacer que esta entidad, que tiene toda la experiencia adjudicando este tipo de áreas en hidrocarburos, pueda seguir avanzando en este proceso”.
Para el ex viceministro de Energía “hay una carrera en Latinoamérica por quién es el primero que sale con estos proyectos eólicos costa afuera. Colombia ya dio el paso más importante”.
Y refuerza: “El primero que llame la atención en Latinoamércia con este punto va a ser el que se quede con un gran mercado, levantando el interés de las consultoras y de los EPCistas, proveedores de equipos y operadores. En ese sentido Colombia tiene que aprovechar esa ventaja que tiene sobre otros países”.
Otro aspecto tendrá que ver con cómo generar un despliegue de la medición inteligente. “Si el Gobierno quiere concentrarse sobre el usuario como el eje principal de la transición energética, lo que tendrá que hacer es masificar la infraestructura de medición inteligente”.
“Ya hay señales pero ahora falta apuntar a que el usuario entienda por qué es necesario migrar a la medición inteligente y por qué eso va a ser útil. Y que las den las señales necesarias a las empresas para poder estructurar todos los productos que beneficien al usuario a partir de tener los datos que se generan a partir de la medición inteligente”, destaca.
En esa misma línea, y como eje complementario, Lotero enfatiza en la necesidad de “enfocarse en el lado de la demanda«.
Explica que, de acuerdo a datos que habían relevado del Programa de Uso Racional y Eficiente de la Energía (PROURE), se determinó que el 40% de la energía en Colombia es “útil” y que el sector que más desperdicia la energía es el de transporte y la industria, “donde se deberán establecer medidas de eficiencia energética muy claras”, indica.
Otro punto importante es el de tarifas de energía. “En una transición energética donde se quiera que el usuario sea el centro de la política pública energética hay que tener conciencia sobre las tarifas de energía”, observa y propone actualizar tarifas de acuerdo a la inflación para que las empresas de servicios públicos puedan desarrollarse y realizar inversiones adecuadas.
Lo hecho hasta el momento
Sobre lo conseguido en su gestión, Lotero opina que “son varios los instrumentos de política pública que se dejaron en materia energética”, pero prefiere resumirlos sobre cuatro puntos principales.
Por un lado, el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, donde se fijaron incentivos para fuentes renovables no convencionales, y un “primer capítulo de incentivos tributarios y de incentivos a la demanda para adquirir energías renovables”.
“Primero se incrementaron los beneficios tributarios de impuestos de renta de 5 a 15 años. Eso permitió la llegada de un montón de inversionistas extranjeros que tenían la intención de invertir en este sector de las energías renovables”, señala.
“Segundo –enumera-, se fortaleció todo el tema de la exclusión automática de IVA para la infraestructura de generación de energía solar. Antes había que pedir una certificación en la UPME, otra en el ANLA. Hoy en día, esa infraestructura (controladores de carga, paneles solares e inversores) tiene exclusión automática de IVA lo cual genera un sustento mucho más fácil para el desarrollo de proyectos de energías renovables”.
“Pero lo fundamental –resalta- era la obligación de comprar entre un 8 a un 10% de energía proveniente de fuentes no convencionales para todos los comercializadores”. “Ese fue el punto de quiebre que permitió que las subastas de energías renovables fueran exitosas”, remata.
Un segundo capítulo que destaca Lotero en materia de política pública es la Ley de Transición Energética (N°2099), que se aprobó por el congreso a mediados del 2021 y es complementaria a la emblemática Ley de renovables 1715 del 2014.
«Ahí lo que se hizo fue otro tipo de energías que no estaban contempladas en la ley 1715 como volcar los incentivos tributarios de la ley a otras tecnologías cómo el hidrógeno de cero y bajas emisiones, energía geotérmica, tecnologías de almacenamiento, tecnología de medición inteligente, y tecnología de captura, usos y almacenamiento de carbono«, puntualiza el ex funcionario.
E indica que en ese marco también se creó el FONOENERGÍA (Fondo Único de Soluciones Energéticas). “Se trata de la unificación de todos los fondos de presupuesto público dedicados a hacer coberturas de energía eléctrica en los lugares más apartados de Colombia, que finalmente se traducen en acceso de energía a más familias”, resume.
Finalmente destaca dos aspectos. Por un lado, el avance de una ley de gas que permitió el reemplazo de la quema de leña por gas combustible; por otro, la creación del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) de transición energética.
“Esto convierte a la política pública de transición energética en una política de Estado, escapando de la temporalidad de corto plazo que tiene un Gobierno que es de 4 años”, cierra Lotero.