De manera permanente, Empresas Públicas de Medellín (EPM) informa del estado de situación del proyecto hidroeléctrico Ituango (Hidroituango), mega- represa que contará con 2.400 MW de potencia instalada, capaz de sumarle un 17% más de energía eléctrica al país.

“Este viernes 3 de septiembre se cumplió un nuevo hito técnico en Hidroituango, en la meta de entrar a operar en el segundo semestre de 2022. Se trata del traslado de una cámara espiral y anillo estacionario al sitio definitivo en la casa de máquinas, que corresponde a la entrada en funcionamiento de lo que será la segunda unidad de generación de energía”, informó la compañía, a principios de mes.

En efecto, la empresa trabaja para poner en marcha una primera turbina de 300 MW en julio del año que viene y la segunda en noviembre, para llegar a los 600 MW. Los 2.400 MW finales, calculan, se irán instalando gradualmente con fecha definitiva al 2025.

Pero algunos analistas consideran que, desde el punto de vista técnico, es probable que EPM pueda arribar a las metas que se propone. Pero advierten que podrían aparecer contratiempos ligados al licenciamiento ambiental, ya que sobre el proyecto pesa una resolución (la 820) expedida por la ANLA en 2018, poco después de la contingencia.

Esta resolución impone una suspensión de todas las actividades regulares de la mega-represa que podría afectar el ingreso en operaciones que pretende EPM.

Sin embargo, Robinson Miranda, Director Social, Ambiental y de Sostenibilidad de Hidroituango, asegura a Energía Estratégica que la obra “tiene todos los permisos ambientales, la licencia ambiental y nuestro entendimiento, y el de muchas entidades gubernamentales, que esta medida suspensiva no es limitante para poder terminar el proyecto y, con ello, generar energía a mediados del próximo año”.

Y anticipa: “Junto con la ANLA estamos trabajando en una hoja de ruta para el levantamiento de esa medida suspensiva antes de poner a funcionar la primera máquina. Si eso no sucede, nosotros creemos que nos tocará hacer un razonamiento de alto nivel en Colombia para que esas máquinas, en aras a controlar los riesgos, entren en funcionamiento”.

Explica que el proyecto en encuentra en tal nivel de avance que no se pueden detener los tiempos de su progreso, porque ello podría desencadenar en serios problemas estructurales.

“Toda el agua del río Cauca, que es el segundo más importante de Colombia, hoy en día fluye a través del vertedero. Y esta estructura, hecha con todos los factores de seguridad, no está diseñada para que ese flujo sea constante. Por lo que necesitamos, en aras de mitigar el riesgo, hacer fluir esa agua por la casa de máquinas, para tener controlado ese riesgo”, justifica Miranda.

Y remata: “Yo opino que prima la gestión de riesgo ante una normativa o resolución ambiental: si el proyecto no opera, el riesgo de que se dañe ese vertedero y genere una catástrofe ambiental aguas abajo es verídico. Entonces nosotros sostenemos que es necesario poner en marcha este proyecto”.

Venta de energía

Por otra parte, fuentes vinculadas al mercado energético colombiano confiaron a este portal de noticias que EPM está ofreciendo al mercado eléctrico la energía de Hidroituango recién para el año 2024, a pesar de los pronósticos de la compañía de iniciar operaciones en 2022.

Al respecto, voceros de la empresa, del área de Generación, respondieron: “La energía de Hidroituango, dentro del portafolio de ventas de EPM, se irá aportando en forma gradual al mercado; una porción de la generación más cercana a su entrada en operación se venderá en el mercado spot, y se irá incrementando en forma paulatina la venta al mercado de contratos”.