La directora general de Camuzzi Gas Pampeana y Camuzzi Gas del Sur, María Tettamanti, remarcó la necesidad de avanzar con el descongelamiento de las tarifas para garantizar la calidad del servicio y se mostró de acuerdo con segmentar en relación con el poder adquisitivo, pero aclaró que «las distribuidoras no contamos con información para segmentar a los usuarios por ingresos o capacidad de pago». En diálogo con TRAMA, la principal ejecutiva de la mayor distribuidora de gas natural del país destacó que es el Estado el que debe determinar cómo segmentar y remarcó la importancia de tomar medidas con tiempo para adaptar los sistemas de las empresas de manera adecuada. Asimismo, remarcó que el inevitable avance en términos de digitalización debido a la pandemia sirve ventajosamente al objetivo de la reducción de costos.
Tettamanti es licenciada en Economía por la Universidad Nacional de La Plata y comenzó a trabajar en el área comercial de Camuzzi Gas Pampeana en 1995. Luego ocupó importantes cargos en Albanesi y en la petrolera Total Austral. Fue durante muchos años directora comercial en Metrogas y posteriormente en Gas Meridional SA, y en mayo de 2017 regresó a Camuzzi, empresa que abastece de gas natural a más de 2 millones de usuarios en siete provincias: Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Es tiempo de pensar cómo van a evolucionar las tarifas de electricidad y gas, y aparece en agenda –no exenta de vaivenes y conflictos de intereses– la necesidad de implementar un esquema tarifario que contemple las distintas realidades socioeconómicas de los usuarios a nivel nacional. Desde el punto de vista de las distribuidoras, ¿están dadas las condiciones para avanzar en esa dirección?, ¿cuáles son los desafíos a tener en cuenta?
Es una pregunta atinada porque muchas veces se planean esquemas tarifarios sin tener en cuenta que luego hay que llevar esas decisiones a la práctica. Hoy es posible, gracias a la disponibilidad tecnológica, efectuar distintos esquemas. Lo hemos hecho en el pasado. Es muy importante definir con tiempo cuál va a ser el esquema para que las distintas distribuidoras (que no poseemos las mismas flexibilidades ni los mismos sistemas de facturación) tengamos tiempo de adaptar los sistemas para implementar el esquema en tiempo y forma. En cuanto a la información, debe brindarla el Estado nacional. Las distribuidoras no contamos con información para segmentar a los usuarios por ingresos o capacidad de pago. La única información que tenemos es el nombre del titular, el domicilio, los consumos históricos y el cumplimiento
de pagos. Creo que ya es hora de sentarnos con las autoridades para acordar un esquema de segmentación y determinar el tiempo necesario para poder implementarlo.
La segmentación de consumidores requiere tiempo, capacidad de gestión e interacción del sector público y el sector privado, entre otras cuestiones. Hoy estamos en una etapa germinal…
Yo estoy de acuerdo con segmentar las capacidades de pago de los usuarios en una situación como la actual, pero la segmentación no es sencilla y hay que tener en cuenta muchos factores. No debemos olvidar la economía en negro en tanto permite visualizar que la información de los usuarios es muy parcial. Alguien le puede decir al Estado que cobra la jubilación mínima, pero tiene propiedades o rentas en negro. Por eso es importante estudiar con tiempo el criterio de segmentación.
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) empezó a evaluar la Revisión Tarifaria Integral (RTI) de 2017-2022 de cada una de las distribuidoras y transportistas. Mientras tanto, el gobierno instaló en agenda la necesidad de avanzar hacia un descongelamiento tarifario que ya lleva dos años. ¿En qué quedó ese proceso de revisión y qué comunicación existe con el ente regulador?
Con respecto a la RTI, el ente hizo una revisión y elevó un informe al Ministerio de Producción. Todavía no hay noticias de evolución. En cuanto al establecimiento de nuevas tarifas y el inicio de un nuevo proceso de RTI, sabemos que se está pensando en establecer un esquema de transición a partir de marzo/abril, pero no tenemos definiciones del ente regulador que indiquen con precisión cuándo se iniciará el proceso y cuál va a ser la metodología de establecimiento de las nuevas tarifas. Para las distribuidoras es fundamental comenzar con estos procesos. La tarifa de transición de la mano de la asistencia económica necesita con urgencia recomponer los ingresos del sector. Principalmente para hacer las inversiones de seguridad y confiabilidad que necesitamos para brindar un servicio de la calidad que el marco regulatorio nos exige. Nos tenemos que poner a trabajar ya mismo para que se defina la nueva metodología y empezar a transitar el largo proceso.
El secretario de Energía, Darío Martínez, habló recientemente de segmentar en tres el universo de usuarios: un segmento de clientes de menor poder adquisitivo sobre los que no impactarían aumentos, un sector intermedio con capacidad para abonar una tarifa un poco mayor y un tercer eslabón que tendría la capacidad de pagar una tarifa que se asemeje a los costos reales de la energía. ¿Esto es realizable?
Entiendo que una segmentación uno a uno es compleja y si se hace por barrios también es difícil, porque no hay homogeneidad de poder adquisitivo al interior de todas las áreas. Por supuesto que hay algunas zonas más homogéneas, pero aun así no se está exento de dejar excluido a alguien que necesita el subsidio y viceversa. Se trata de la segmentación más sencilla para las distribuidoras, pero es la menos perfecta en cuanto a la información que aporta. Entonces tenemos que hablar con el gobierno para ver lo posible dentro de lo ideal. Es importante la actualización del margen bruto de las distribuidoras. Por eso, es indispensable que quienes puedan pagar lo hagan, porque las distribuidoras ya no tenemos recursos para seguir operando con el grado de calidad que requiere el servicio.
Las tarifas de gas están congeladas hace casi dos años, el tipo de cambio de la última vez que se definió el esquema tarifario rondaba los $ 41 y hoy trepó hasta el doble. Además, la inflación alcanzó una cifra superior al 75%. ¿Cuán necesario es gestionar una asistencia financiera que les permita oxigenar esta situación de presión?
Hay que hacerlo inmediatamente. Entramos en el período en el que menos ingresos tenemos por la estacionalidad en nuestras ventas. Los meses de menos ingresos para las distribuidoras van desde enero hasta abril. Entonces ocurre que se conjuga una baja tarifa con una facturación también baja y un incremento en los costos. Necesitamos con urgencia la implementación de un sistema de asistencia financiera hasta que empecemos a tener mayores ingresos que paguen los usuarios vía tarifas.
La buena comunicación será vital…
Sí. Es fundamental transmitir con claridad por qué es necesario aumentar las tarifas. Se realizan encuestas y la gente dice que no está de acuerdo con el aumento de tarifas. Y es un problema, básicamente porque esa no es la pregunta. Lo que tenemos que preguntar es si conviene seguir pagando las tarifas de hoy y quedarse sin luz, o pagar un aumento razonable para lograr que se opere con seguridad y que más clientes dejen de usar garrafa y se incorporen al sistema. Esa es la pregunta clave.
La pandemia trastocó los órdenes y durante el primer momento del aislamiento preventivo las oficinas comerciales estuvieron cerradas. ¿Fue esencial acelerar los procesos de digitalización? ¿Se creó valor en este sentido?
Empezamos a trabajar de forma distinta. El mayor desafío fue la atención al público. Veníamos desarrollando una oficina virtual con anterioridad y fuimos avanzando con la cantidad de trámites que se pueden realizar de forma digital. Hoy en día no hay trámite que no se pueda hacer a través de la oficina virtual. En un contexto en que se hizo necesario apelar a la tecnología para todo, hasta para verse con la familia, incluso los más reacios abrazaron la digitalización con más fuerza que antes. En Camuzzi tenemos más del 60% de nuestros usuarios digitalizados.
¿Y en términos de costos?
La clave para que las tarifas sean lo más bajas posibles, pague quien pague, es que los costos sean bajos. Si nosotros queremos que el servicio no le cueste mucho a la sociedad, tenemos que bajar los costos y la incorporación de tecnología es clave. Si las empresas invierten en tecnología para permitir la accesibilidad a canales digitales, tenemos que permitir que la atención personalizada sea cada vez menor, de lo contrario se duplican los costos. Si pago el mantenimiento y la actualización de los sistemas y además tengo que mantener la misma cantidad de espacios y personal para atender al público, terminamos aumentando los costos. En nuestro caso no despedimos a una sola persona. A medida que la gente se va jubilando no recomponemos el puesto libre y lo reemplazamos por un sistema mucho más eficiente y de menor costo. En este punto es indispensable que nos acompañen el ente regulador y las asociaciones de usuarios. Porque no se puede pretender costos altos y tarifas bajas.
En el sector de gas se evidencia el desafío de robustecer las redes de distribución y sumar nuevos usuarios. ¿Está la oportunidad de trabajar en esa agenda en 2021?
Sí, debemos trabajar en ese sentido. Pero para hacer tales inversiones necesitamos recursos. En los últimos años, desde que inició la RTI, en Camuzzi se invirtió y se reforzaron los sistemas de distribución. Algunos con gasoductos, como es el caso de La Pampa y Tierra del Fuego. En gas no hay cortes para el residencial porque es muy engorrosa la apertura. Si hay falta de gas o de transporte, se corta el servicio a las industrias. Hay que hacer inversiones permanentes. De lo contrario, las ciudades no pueden crecer más en materia de gas porque las nuevas incorporaciones desbordan la capacidad de la red. Por otro lado, la demanda crece, con lo cual hay que evitar los cuellos de botella porque, por supuesto, queremos tener más usuarios. Por último, quiero agregar que hablar con valentía es el camino. Tenemos que trabajar juntos y generar políticas de Estado para este sector. Desde el inicio de la privatización, las distribuidoras tuvimos un solo período tarifario completo, después siempre fue truncado por congelamientos. Por eso sostengo fuertemente que hay que sentar las bases para implementar un sistema tarifario que perdure en el tiempo.
La entrada «Es fundamental transmitir con claridad por qué es necesario aumentar las tarifas» se publicó primero en EconoJournal.
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