En abril de 2022, la secretaria de Estado de Energía de España, Sara Aagesen, informó que a comienzos del año siguiente se realizaría la primera subasta de eólica marina en el país ibérico, anticipando la previa sanción de un marco normativo para organizar el crecimiento sectorial.
Hoy en día sólo se encuentran aprobados los Planes de Ordenamiento del Espacio Marítimo (POEM), de febrero de 2023, donde se delimitaron las aguas aptas para instalar emprendimientos de esta tecnología. El retraso se debe, en gran medida, a la anormal actividad electoral verificada en suelo español, que se prolongó durante casi todo el año.
En diálogo con EconoJournal, el CEO de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), José Joaquín Hernández Brito, señaló que esta demora en la regulación hace “altamente improbable” que se cumplan los objetivos planteados para el final de la década.
En su Hoja de Ruta de la Eólica Marina, España se propuso desarrollar entre 1 y 3 gigawatts (Gw) de potencia para 2030. Sin embargo, el directivo explicó que un parque comercial necesita entre siete a nueve años para poder desarrollarse, además de que aún restan aspectos regulatorios por definir. “Es difícil vaticinar cuándo podría alcanzarse la meta, al no registrarse avances en la regulación, pero lo más probable es que haya un par de años más de espera, y nos acerquemos a 2032. A no ser, claro, que se establezca un mecanismo de aceleración”, sostuvo Hernández Brito.
El CEO de PLOCAN, un consorcio público de las Islas Canarias creado para la investigación en el campo de las ciencias y tecnologías marinas, advirtió que las bases de la subasta tendrán que obtener el consenso de otras actividades marinas, como lo son el segmento pesquero y el turístico, quienes ya han presentado reclamos.
Luego de la publicación de los POEM, las principales asociaciones pesqueras, fundamentalmente en las Islas Canarias y Galicia, denunciaron una falta de entendimiento y diálogo por parte del Gobierno para la definición de estas zonas aptas para la eólica marina. “Creo que se hace bien en generar todo tipo de seguridad y consenso para que el avance de esta industria sea de una forma coordinada. Pero también tiene que haber una premura en los tiempos. Se deben acelerar los procesos de consulta, de toma de decisiones y de trámites burocráticos asociados”, aseguró.
Pérdida de I+D
Por el lado de los promotores de instalaciones piloto, que tienen sus emprendimientos en la plataforma de PLOCAN, Hernández Brito destacó que se encuentran expectantes de un marco normativo y de avances regulatorios específicos para estos bancos de ensayos de eólica marina y otras tecnologías experimentales. “Las empresas y los centros de investigación van a buscar los mejores y más rápidos caminos para sus proyectos, y hoy en día existe un mercado internacional de eólica marina que está creciendo fuertemente”, comentó el ejecutivo.
En este sentido, acotó que algunos de los desarrolladores ya están buscando alternativas en las aguas de otros países donde resulta más factible avanzar, ante la posibilidad de que la situación regulatoria en España se dilate en el tiempo. “Estamos a la espera de algún tipo de procedimiento administrativo o de vía de tramitación rápida para estas instalaciones”, enfatizó.
Lo que está sucediendo implica, a su entender, un retraso adicional para el crecimiento de la tecnología en el país, puntualmente en la actividad eólica en aguas profundas, donde aún está pendiente la ejecución de pruebas de costes en algunos procesos y anclaje en labores de conexión. “España no puede perder su posición de liderazgo y el potencial que tiene dentro del ámbito tecnológico y de innovación. Se debería animar e impulsar a las empresas para que mantengan los proyectos previstos en aguas españolas”, concluyó el CEO de PLOCAN.
, Julián García