Pese a las demoras en la reglamentación de la Ley Orgánica de Eficiencia Energética, Ecuador camina hacia un uso eficiente, racional y sostenible de la energía con fuentes de generación renovables.

“La Ley está en vigencia. Por supuesto que pone obstáculos el hecho de no tener aún el reglamento, porque este ayudará a establecer un cronograma y políticas puntuales que no pueden estar en la ley, por lo dinámica y transversal que puede llegar a ser la eficiencia energética”, consideró Esteban Albornoz, exministro de electricidad ecuatoriano y autor de aquella legislación.

Como asambleísta, Albornoz ha insistido al ejecutivo el cumplimiento de la Ley de Eficiencia Energética. Producto de aquella gestión, recientemente se logró el inicio de la ejecución del reglamento con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En una entrevista exclusiva con Gastón Fenés, director periodístico de Energía Estratégica y Portal Movilidad, el referente ecuatoriano aseguró que si bien no tener el reglamento aprobado es “una mala señal” para el sector privado, los técnicos permanentes en las instituciones públicas a cargo del reglamento se muestran “muy entusiastas” con su concreción. 

Se espera que la finalización de la reglamentación de aquella iniciativa aprobada por unanimidad por el Pleno de la Asamblea Nacional ayude a recuperar la confianza de los privados para continuar las inversiones en este mercado. 

“Vamos a seguir peleando desde el ámbito legislativo para que ese reglamento entre en vigor”, reforzó el asambleísta por la provincia del Azuay. Para él, se torna crucial apoyar esta legislación para asegurar incentivos a las energías renovables. No obstante, otros vehículos adicionales llevarían a dinamizar el sector. 

“Esperamos que tengan éxito los procesos [públicos de selección de proyectos renovables] porque además son necesarios. Sería un retroceso para nosotros recurrir a los combustibles fósiles para generar energía eléctrica”, declaró Esteban Albornoz. 

Competitividad de las energías renovables 

En Ecuador, la liberación de subsidios a los combustibles fósiles llevó a un sinceramiento de precios que permitiría que los combustibles retomen su valor internacional y que las energías renovables adquieran mayor visibilidad como alternativa de generación eléctrica. 

Según el análisis de Esteban Albornoz, quien también se desempeña como presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa, el gas no tendría lugar como fuente de transición en el nuevo escenario.

“En Ecuador, es absurdo ir hacia el gas”, valoró, haciendo referencia tanto al sector de transporte como al de electricidad. 

Para el asambleísta “no tiene lógica” apostar por aquella fuente energética que requiere ser importada en gran medida. Y sí serían viables los proyectos de generación renovable que se valen de recursos naturales disponibles en el país. 

“Una central de 30 MW puede ser impulsada por actores locales, estos pueden ser grandes ejecutores de proyectos (…) tenemos que creer en nosotros. Aunque sí es cierto que existen algunas barreras para aquellos que tienen el músculo financiero para hacerlos, a través de socios estratégicos estos podrán convertir sus proyectos en una realidad (…) sea una central hidráulica y ni se diga fotovoltaica”. 

En el segmento de generación distribuida también habrían horizontes promisorios. No obstante, siguiendo la lectura de Albornoz, sería preciso incorporar incentivos para aumentar la demanda de estas alternativas de generación:  

“Ya existe una regulación importante que permite un intercambio con el sistema a partir de medidores bidireccionales y paneles, pero todavía no hay impulso suficiente (…) y a eso se agrega el costo actual de la tarifa que es una de las más bajas de la región”.  

Y concluyó: “cuesta convencer a los ciudadanos de implementar sistemas fotovoltaicos. Pero podrían darse otras medidas, como eliminar aranceles a los paneles, para dar señales más interesantes que incentiven a la generación distribuida”.