El desarrollo del hidrógeno en Latinoamérica, y en particular del H2 producido por fuentes renovables, cada día suma más voces y se debate con mayor frecuencia. Y en Argentina varios expertos en el tema han hecho eco de esta situación y ven un gran potencial en el país. 

En esta oportunidad, la Ing. Erica Escudero, consultora de hidrógeno, remarcó que Argentina tiene todo para ser exportador de hidrógeno verde, aunque aclaró que como productores al 100% y no sólo con los excesos de renovables. 

“En Argentina podemos instalar plantas eólicas solamente para producir H2 y, en las plantas existentes, de haber exceso, aprovechar esa energía y fabricar hidrógeno como modelo secundario del negocio para proveer a la industria”, apuntó. 

Y el número que estimó, siendo un ejercicio teórico, supera las 5.500 toneladas de H2 verde, tan sólo en medio día y con la generación eólica que se está inyectando a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA) siempre y cuando se use toda la capacidad para la producción de dicha tecnología. 

“Está comprobado que por cada kilogramo de hidrógeno a fabricar se necesitan en realidad 54 kW/Kg de H2. Pero seamos más conservadores y tomemos 60 kW/kg H2. Siguiendo esa lógica – y tomando una generación promedio de 134 GW, en la fecha que se realizó el cálculo – se fabricarán 2.237 toneladas de hidrógeno verde”, explicó.

Además, señaló la diferencia entre los distintos modelos de negocios que se podrían generar. Por un lado generar H2 con los excedentes de generación, y por el otro, colocar plantas renovables solamente para producir hidrógeno. 

Lo que sí dejó en claro es el foco en la exportación, principalmente al mercado europeo: “Si dudas debemos transportar el H2 verde a través líquidos orgánicos no contaminantes (LOHC) y mandarlo en barco para el norte. Creo que ese es el gran potencial. Incluso, si se puede vender toda la producción de hidrógeno a través de la energía eólica de un día en Argentina, ingresaría nueve millones de euros por día”. 

“Tenemos que entender que Europa necesitará mucho hidrógeno renovable. Obviamente que nuestra descarbonización se debe seguir, pero debemos ver al hidrógeno como un producto de exportación”, agregó.

De todos modos, planteó que producir a gran escala se requiere más energía proveniente de la red eléctrica para cubrir algunos valles de generación renovable: 

“Hay que ampliar la red eléctrica de transporte, no sólo para la inyección de energías renovables sino también para la producción a gran escala de H2 verde y certificar tanto que la energía de red sea renovables como el hidrógeno producido sea renovable, por ejemplo, a través de Blockchain”. 

Por otro lado, frente al potencial previamente mencionado, la especialista sostuvo la necesidad de definir una hoja de ruta del hidrógeno renovable y un plan de desarrollo de la industria, es decir, un consenso general donde se involucren todos los sectores, y que trascienda más allá de todos los gobiernos. 

“Tiene que ser una columna vertebral energética. Es muy difícil, lo sé, pero si se logra, el H2 verde sería el segundo oro verde de la Argentina, después de la soja. No hay que dejar pasar la oportunidad. Una política clara energética a largo plazo es necesaria para cumplir con el Acuerdo de París, generar empleo y tener una economía más limpia”. 

“El potencial eólico de la Patagonia es indiscutible y envidiable, además de la disponibilidad de tierra y agua, pero todo debe ser desarrollado en consenso y cuidando los recursos, nuestros recursos, y el medio ambiente”, expresó.