De acuerdo al sector energético, en México hay extraordinarias condiciones para las renovables, pero el actual Gobierno no ha propiciado un marco jurídico que respalde las inversiones limpias, y los proyectos están migrando a países como Chile y Colombia.
En efecto, según el Climascope de BloombergNEF publicado en 2022, en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, las inversiones destinadas a proyectos de energías limpias se han reducido ido drásticamente, pasando de 5,893 millones de dólares en 2017 y 4 mil 254 millones de dólares en 2019 a 705.9 millones de dólares en 2021.
Bajo esta premisa, Sebastián Guzmán, coordinador de Ciudades del Futuro en Ethos Innovación en Políticas Públicas, proyecta en conversaciones con Energía Estratégica cambios en la matriz energética a corto plazo y revela las debilidades del Plan Sonora, único proyecto renovable de magnitud que ha desarrollado la gestión actual.
Fuentes del sector notan un cambio en la actitud del Gobierno y se están reactivando las licitaciones para desarrollos renovables. ¿Cuál es su visión?
El problema es que a este gobierno le queda muy poco tiempo, no es probable que se establezca un cambio real en México. No obstante, están sentando bases para lo que viene y se está marcando una línea muy clara de parte de Estados Unidos, que exige cambios en la política energética mexicana de cara al 2024. También hubo algunos esfuerzos locales aislados a nivel generación distribuida comunitaria, pero nada de eso tiene un impacto significativo.
La triste realidad es que no hay nada más que el Plan Sonora, megaproyecto que interpreto como una forma de demostrar que estaban haciendo algo. Por eso lo presentaron como un plan con muchos elementos integrales como la industria extractiva, proyectos de transmisión y distribución en Puerto Peñasco, una zona que sufre mucho estas cuestiones.
Sin embargo, estoy convencido que habrá un cambio por parte de quien llegue al poder en las próximas elecciones. El tema energético siempre va a ser algo prioritario en la agenda política para conducir por un buen camino en materia económica a un país.
¿Han participado del plan Sonora con propuestas? ¿En nombre de la Ethos qué opinión le merece este megaproyecto?
A través de colectivos de los que formamos parte, promovimos algunas modificaciones y generamos ruido para que se identifiquen sus debilidades. Pero este gobierno no es muy receptivo a ese tipo de cosas y los alcances de las recomendaciones se limitaron al entendimiento y al oído del tomador de decisiones.
Creemos que está muy bien diseñado porque tiene cuatro etapas y la capacidad instalada viene aumentando de manera gradual, pero tiene carencias. A pesar de tener números rojos, continúa siendo CFE el principal ente que asume los riesgos de inversión del proyecto. La CFE no tiene capital para poder desarrollar infraestructura de esa magnitud y la pregunta es de dónde va a sacar los fondos.
Se identificó que la parte de generación era muy costosa para el Estado, por eso se abrió a la inversión privada para que asumiera los principales costos. Sin embargo, esta política energética quiere recuperar la parte de generación y el plan Sonora pone a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como el principal inversor por lo que no hay condiciones para que la inversión privada realmente pueda retomar ese papel. A esto se le suma la inexperiencia que tiene CFE al desarrollar este tipo de proyectos y actualmente esa zona ya tiene muchas dolencias de congestionamiento eléctrico por la falta de infraestructura. Entonces de nada va a servir tener la planta solar más grande de Latinoamérica con una capacidad instalada tremenda, si no vas a poder suministrar esa energía hacia donde se necesita. Es un gran proyecto de impacto local, nada más.
¿Qué oportunidades hay en otro tipo de energías como el Hidrógeno verde?
El hidrógeno verde se ha comenzado a posicionar en México. Ya se han tenido conversaciones en ciertas cámaras al respecto. La llegada de Tesla a Santa Catarina marca un elemento muy importante, que no es un logro de la política energética, sino del nearshoring.
Hay condiciones de cara al futuro para que México pueda adoptar tecnologías en temas de movilidad y continuar con proyectos solares y eólicos. Hay recursos, inversiones e instancias que ya están disponibles. El problema es que si no tienes un marco jurídico que respalde y abrace a las renovables a largo plazo, van a ser esfuerzos individuales, aislados, y no se van a poder consolidar. De no hacerse, las inversiones renovables se seguirán yendo a otros países. Chile captó muchísimo desarrollos de renovables, hidrógeno y litio. Colombia absorbió también mucha inversión de renovables, incluso hasta emularon el modelo de subastas que México canceló. Entonces, si México no aprovecha la oportunidad y capitaliza la inversión, las renovables se moverán.
La entrada Ethos vislumbra un “golpe de timón” en la política renovable mexicana tras las elecciones presidenciales se publicó primero en Energía Estratégica.