Exxon Mobil demanda a la Unión Europea (UE) por la imposición de un impuesto a las ganancias extraordinarias de las petroleras, informó Financial Times. La petrolera declaró que la demanda fue presentada este miércoles por sus filiales alemana y holandesa ante el Tribunal de Justicia de la UE, en Luxemburgo, al considerar que el bloque comunitario se extralimitó en sus competencias legales.

El portavoz de Exxon Mobil, Casey Norton, afirmó que la introducción del impuesto era “contraproducente”, ya que “socavaría la confianza de los inversores, desalentaría la inversión y aumentaría la dependencia de las importaciones energéticas”. Eso no solo va contra los intereses de la empresa, sino también contra los de los propios países europeos, que actualmente se enfrentan a la crisis energética y “luchan por reducir las importaciones energéticas de Rusia”.

Según Norton, Exxon Mobil invirtió 3.000 millones de dólares en proyectos europeos en los últimos 10 años y ahora está considerando si seguirá invirtiendo en la región. “La inversión aquí dependerá sobre todo de lo atractiva y competitiva que sea Europa a nivel mundial”, subrayó el portavoz.

La empresa estadounidense intenta impugnar la legitimidad de la decisión del Consejo de la UE de imponer el nuevo impuesto a escala comunitaria. Se espera que los procedimientos jurídicos puedan prolongarse durante gran parte del próximo año.

El nuevo impuesto entrará en vigor mañana (31 de diciembre) y gravará como un mínimo un 33 % los beneficios imponibles de las petroleras en 2022 y 2023, y es que las compañías del sector registran ganancias que superan significativamente el beneficio medio de los años anteriores debido a la crisis energética provocada por las sanciones occidentales contra Rusia. La Comisión Europea espera que el impuesto recaude 25.000 millones de euros, lo que reduciría la factura energética.