ExxonMobil ha anunciado un proyecto que busca abordar el alto consumo energético de los data centers, esenciales para el crecimiento de la inteligencia artificial (IA), mediante la integración de tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCS). La iniciativa contempla la construcción de una planta que generaría más de 1.5 gigavatios de electricidad confiable a partir de gas natural y que, según la compañía, podría capturar más del 90 % de las emisiones de CO2 asociadas, para su posterior almacenamiento en depósitos subterráneos.
El proyecto, aún en fase de diseño y desarrollo, está dirigido a satisfacer la creciente demanda de energía impulsada por el auge de la IA y, al mismo tiempo, reducir la huella de carbono de los centros de datos. ExxonMobil estima que este sector podría representar hasta el 20 % del mercado global de CCS para 2050, consolidándose como un área estratégica para la expansión de esta tecnología.
Una de las características destacadas del proyecto sería su independencia de las redes eléctricas tradicionales, lo que permitiría una implementación más rápida en comparación con otras alternativas, como la energía nuclear. Esto lo convertiría en una opción viable para cubrir las necesidades energéticas de manera ágil y eficiente, en un contexto donde el desarrollo tecnológico exige soluciones inmediatas.
El anuncio se alinea con la estrategia de ExxonMobil para aplicar CCS en sectores como el acero, el hidrógeno y el amoníaco. La empresa ya ha establecido acuerdos para almacenar más de 14 millones de toneladas de CO2 al año, lo que, según afirman, la posiciona como líder en este campo.
La ubicación del proyecto en el Golfo de México también responde a ventajas logísticas y geográficas, como la proximidad a infraestructuras de gasoductos y sitios de almacenamiento de CO2. Además, regiones como Texas, Luisiana y Misisipi concentran una parte importante de la actividad manufacturera de Estados Unidos, lo que podría facilitar la integración de estas tecnologías en la industria.
Aunque el proyecto aún está en una etapa preliminar, ExxonMobil señala que busca contribuir a la transición hacia una economía de bajas emisiones y cubrir la creciente demanda energética de sectores estratégicos como la IA. Su desarrollo plantea interrogantes sobre la viabilidad técnica y económica de estas soluciones, pero también destaca el potencial de la tecnología CCS como herramienta para enfrentar los desafíos climáticos globales.