En la primera de seis convocatorias a Solicitudes de Propuestas (RFP, por sus siglas en inglés), el Negociado de Energía de Puerto Rico aprobó dieciocho proyectos de generación de energía fotovoltaica por un total de 844.8 MW. 

A un mes de aquel anuncio, siguen sin conocerse de manera oficial cuáles son las empresas que responden a los proyectos calificados y tampoco hay respuestas de qué notificaciones recibieron los oferentes de almacenamiento en baterías y virtual power plants (VVP) que también fueron solicitantes en este “tranche 1”. 

Si bien es cierto que, tras la aprobación del NEPR, los proyectos aún deben pasar pasos intermedios antes de la firma de contratos, como una evaluación de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), hay impaciencia por conocer cuál es la resolución de los mismos. 

La espera genera malestar entre los actores del sector que temen que aquellos aprobados tengan el mismo destino que los 14 proyectos de compra de energía renovable (PPOA, en inglés) que ya fueron rechazados por la JSF el año pasado.

¿Qué novedades hay en almacenamiento? En este mercado ya se han construido ya dos plantas fotovoltaicas que integran bancos de baterías: Salinas (15,4MW) y Oriana (57,6MW) pero reina la incertidumbre sobre si se impulsarán o no nuevos proyectos de almacenamiento a gran escala a través de las RFP, sean estos proyectos híbridos o independientes.

Gabriel Pérez Sepulveda

“La información oficial llega a cuenta gotas”, cuestionó Gabriel Pérez Sepulveda, gerente regional en LATAM de Blue Planet.

Adhiriendo a un pedido de mayor claridad, el referente de almacenamiento en Puerto Rico señaló que -hasta que se defina la firma o no de aquellos contratos- la inflación, la variabilidad de los costos de productos y servicio, así como las demoras de entrega vendrían a ser retos adicionales que nublan más el escenario para el sector. 

“Esperamos que los proyectos obtengan contratos rápidamente para que se puedan hacer. Es una preocupación real que los proveedores se retiren después de firmar con los proyectos”. 

“Ha pasado en otros países. Si se demora su ejecución, por cambios internos, coyunturales, macro, externos -hasta se puede considerar el avance del conflicto Rusia-Ucrania- y se podría complicar el escenario”, subrayó.  

Por lo pronto, las empresas interesadas en desarrollar proyectos de almacenamiento en distintas escalas siguen llegando al archipiélago ya que el potencial es enorme.  

De acuerdo con el Estudio de Integración de Recursos Energéticos Distribuidos para Puerto Rico elaborado por Telos Energy, sólo el segmento residencial y comercial habría oportunidad de incrementarlo hasta 4,982 MW fotovoltaicos, siendo la capacidad de Battery Energy Storage System (BESS) calculada en unos 2,700 MW de potencia nominal total y 12,150 MWh de energía nominal (4.5 h de duración promedio). 

Ahora bien, una apuesta por proyectos estratégicos a gran escala como los que promoverían a través de los RFP, podrían acelerar la transición energética en Puerto Rico con la combinación de generación solar, almacenamiento y VVP, entre otras alternativas sostenibles.