El Fondo Monetario Internacional analizó la situación de la Argentina en su staff report publicado el 1º de febrero. El informe indica que el organismo recibió “con satisfacción” las “audaces” medidas iniciales del gobierno de Milei, al tiempo que valoró su “determinación” en la aplicación de un “ambicioso plan de estabilización”

El organismo multilateral se manifestó de este modo al analizar la situación de la Argentina en su staff report publicado tras la aprobación de la séptima revisión del acuerdo ampliado bajo el Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para Argentina por parte del Directorio, lo que permitió el desembolso inmediato de alrededor de US$ 4.700 millones (o DEG 3.500 millones).

En ese marco, tras la conclusión de la séptima revisión, dio su aval para “la prórroga del programa hasta fines de 2024”, por lo que la próxima supervisión se concretará en los últimos meses del corriente año.

“El personal recibe con satisfacción las audaces medidas iniciales y la determinación de la nueva administración en la aplicación de un ambicioso plan de estabilización para restablecer la estabilidad macroeconómica y volver a encarrilar el programa”, destacó el FMI, al tiempo que remarcó que “el compromiso de las autoridades para lograr superávits fiscales y por cuenta corriente gemelos es digno de elogio”.

En tal sentido, remarcó que “como resultado, la economía se ha alejado de una crisis de balanza de pagos en toda regla, aunque el camino hacia la estabilidad macroeconómica será difícil -es probable que las condiciones empeoren antes de mejorar- y requerirá una aplicación sostenida de las políticas”.

“La economía se ha alejado de una crisis de balanza de pagos en toda regla, aunque el camino hacia la estabilidad macroeconómica será difícil -es probable que las condiciones empeoren antes de mejorar- y requerirá una aplicación sostenida de las políticas”.

El staff report además manifiesta su “satisfacción” con el compromiso de lograr un superávit primario del 2% del PBI este año y de eliminar todas las formas de financiación del presupuesto por el banco central.

Si bien apoya las medidas para garantizar la consolidación fiscal, advierte que “las medidas distorsionadoras, como los impuestos sobre el comercio, deberán sustituirse con el tiempo por medidas fiscales de mayor calidad que mejoren la estructura y la eficiencia del sistema tributario y refuercen el diseño de los sistemas de subsidios a los servicios públicos, pensiones y transferencias provinciales”.

En este sentido, -continúa el informe- “será necesario un esfuerzo continuado para asegurar la oportuna aprobación de la legislación fiscal, incluyendo el fortalecimiento del régimen del impuesto sobre la renta de las personas físicas, así como la eventual aprobación de un presupuesto para 2025 que incorpore el necesario giro en las medidas fiscales”.

El staff del FMI destacó tmaabièn los esfuerzos iniciales por aumentar la asistencia social para proteger a los más vulnerables, sobre lo cual dijo que “es posible que se necesite apoyo adicional en el futuro”.

“Dada la delicadísima situación social, con tasas de pobreza ya elevadas, y el hecho de que la estabilización estará asociada a costes económicos a corto plazo, la asistencia social a través de los programas de subsidios familiares y de cupones para alimentos debería reforzarse según sea necesario”, se explaya al respecto.

Mientras que paralelamente, indica el FMI, deben proseguir los esfuerzos, aprovechando las aportaciones de los asociados para el desarrollo, para mejorar la focalización y la eficiencia de los programas sociales, y deben idearse mecanismos para proteger a los hogares pobres de los necesarios reajustes de los precios relativos.

“Dada la delicadísima situación social, con tasas de pobreza ya elevadas, y el hecho de que la estabilización estará asociada a costes económicos a corto plazo, la asistencia social a través de los programas de subsidios familiares y de cupones para alimentos debería reforzarse”

En otro orden, el staff report indicó que “tras la muy necesaria corrección del desajuste cambiario, la política cambiaria deberá calibrarse cuidadosamente para apoyar la acumulación de reservas”, y que “habrá que tener cuidado de evitar una rápida reversión de las anteriores ganancias de competitividad para garantizar un superávit por cuenta corriente coherente con los objetivos de acumulación de reservas”.

En esta línea, valoró “el compromiso de pasar a un régimen más basado en el mercado y el abandono del enfoque anterior de intervenir en los mercados de divisas paralelos y de futuros no entregables, que sólo drenan reservas y aumentan las vulnerabilidades”, así como la eliminación del “sistema opaco de control de las importaciones -en alusión al SIRA/SIRASE- y los esfuerzos para garantizar una resolución ordenada del gran exceso de deuda comercial”.

El FMI recomendó además proseguir “los esfuerzos para eliminar los MCP (en referencia a los distintos tipos de cambio) y las restricciones cambiarias […], incluida la eliminación del impuesto sobre el acceso a las divisas para las importaciones en el transcurso de este año […] y el régimen de incentivos a la exportación (que permite la liquidación en los mercados paralelos de divisas)”.

En cuanto a la política monetaria, el organismo sostuvo que “deberá ajustarse para apoyar la demanda de dinero y la desinflación”, al tiempo que consideró “necesaria una rápida transición a un nuevo marco de política monetaria y operaciones para fortalecer el papel de anclaje del Banco Central (BCRA)”.

En tal sentido, celebró “la prioridad de fortalecer gradualmente el balance del BCRA y mitigar los riesgos de refinanciamiento interno”.

En otro orden, si bien el staff marcó como positivo el esfuerzo por buscar “una economía más abierta, basada en normas y orientada al mercado, y apoya las iniciativas encaminadas a reducir el exceso de regulaciones que frenan el crecimiento, el empleo y el comercio, las reformas deberán secuenciarse adecuadamente para evitar aumentar los costos de dislocación mientras la economía se ajusta a los cambios de los precios relativos.”

“Mientras tanto, siguen siendo cruciales los esfuerzos para liberar el potencial energético y minero de Argentina a través de marcos regulatorios más predecibles”, planteó.

El staff del FMI también hizo alusión al tratamiento de la Ley “Bases”, sobre lo cual contempló que “los retrasos en la obtención de apoyo político para la legislación clave de la reforma podrían complicar la implementación del programa, mientras que los riesgos de disturbios no pueden descartarse dados los costes sociales a corto plazo asociados al plan de estabilización”.

Con lo cual, agregó, “sigue siendo indispensable esforzarse por conseguir el apoyo de la sociedad al programa, así como una asistencia social adecuada y bien orientada”.

“En caso de que se materialicen los riesgos, será necesario desplegar medidas políticas adicionales, como un control más estricto del gasto, una mejora del cumplimiento de las obligaciones tributarias y una racionalización de los gastos fiscales para garantizar los objetivos fiscales, junto con un ajuste ágil de la política de divisas para alcanzar los objetivos de acumulación de reservas”, sugirió, al tiempo que apeló a que haya “una comunicación clara y continua será esencial para gestionar las expectativas y mantener el apoyo al programa”.

Finalmente, el FMI recomendó “la conclusión de la séptima revisión y la prórroga del programa hasta fines de 2024”.