¿Cómo repercutieron en la industria las nuevas decisiones de la CRE?
Definitivamente, es un retroceso para el sector fotovoltaico y de generación distribuida en México. Esto derivado principalmente de la afectación que va a tener sobretodo en nuevos modelos de negocios redituables tanto para proveedores como para usuarios finales.
¿Esto va en línea con lo que pretende el Gobierno Federal?
Sí. Esto refuerza la política actual del Gobierno, que busca tener mayor control sobre la generación que se lleva a cabo en el país y sobre nuevos modelos de negocios que se puedan hacer.
¿Los privados son los más desfavorecidos?
Esto nos afecta como sector. Pero como dices, repercute principalmente en los privados que buscan desarrollar nuevos modelos de negocios que tienen un impacto muy positivo y sobretodo donde hay una marcada tendencia en la que los jugadores del mercado apuestan a tecnologías que van hacia lo que llamamos la democratización de la energía; con lo cual, los otros grandes desfavorecidos son los usuarios.
¿Qué previsiones hacen sobre las redes de transmisión y distribución eléctrica luego de que se haya vetado el acuerdo A/002/2019 que establece el acceso abierto y otros servicios?
Respecto a este punto, si bien CFE siempre ha tenido control sobre todos los sistemas abiertos de transmisión y distribución, el acuerdo vetado va a afectar a los usuarios finales que están buscando generar en una comunidad solar desde un punto de interconexión.
Estrechamente ligado a esto está el acuerdo sobre generación distribuida colectiva A/034/2019 del cual había mucha expectativa para este año, ¿ya se descartó la posibilidad de publicar su reglamentación?
Por el momento, a través de este veto queda descartado. No tenemos conocimiento de que se hayan empezado a desarrollar proyectos bajo este esquema pero evidentemente tiene un impacto importante en el diseño de microrredes y por supuesto, en la certidumbre del sector financiero.
Es preciso recordar que muchos de estos esquemas venían de la mano de fondos de inversión que tenían la expectativa de atacar este segmento, porque podía representar inversiones de millones de dólares.
¿Qué recomendaciones dan a sus clientes interesados en sistemas de generación distribuida?
Hoy sigue siendo un área de una gran oportunidad. Principalmente, porque CFE hoy busca tener mayor control sobre el escenario macro y regular nuevos ingresos de generación a gran escala cambiando las reglas del juego. Eso podríamos decir que incentiva a que los usuarios busquen mayor estabilidad con privados (en precios y proveeduría del servicio).
Hoy, creo que las empresas deben tomar decisiones muy rápidas en este sector. La Ley en México no es retroactiva y todos los sistemas que hoy aún tengan posibilidad de ejecutarse, mañana seguirán teniendo la oportunidad de interconectarse porque ya tendrán hecha la inversión hecha en sitio.
Otro punto que generó atractivo es la incorporación de baterías para almacenamiento en centrales eléctricas, ¿con el acuerdo A/005/2019 vetado se eliminó esta posibilidad?
El tema de baterías se puede analizar desde distintos puntos de vista. A partir de un enfoque técnico, la solución de baterías dentro de una red eléctrica es viable, porque viene a solucionar muchos temas de bajas o altas de demanda que los sistemas renovables como solar pueden provocar.
Luego, económicamente es cada vez más accesible porque los costos de las baterías vienen reduciéndose en porcentajes muy altos en los últimos años.
En el caso particular de México, si eso se mantiene a CFE le va a generar un conflicto a largo plazo y será un retroceso a lo que marca la tendencia global.