GCL se posiciona como uno de los principales actores del mercado solar global, apuntalado por su integración vertical y su apuesta por tecnologías de bajo impacto ambiental. Desde la dirección de la compañía afirman que el futuro de la industria pasa por soluciones con menor huella de carbono y mayor rendimiento, lo que guía su estrategia de negocios a nivel global.

“GCL es el octavo fabricante del mundo de paneles solares, pero quizá lo más importante es que somos una de las tres únicas empresas que estamos verticalmente integradas”, destacó Enrique García, director para Latinoamérica e Iberia de GCL. Esto implica que la empresa produce su propio silicio, lo vende a competidores y reserva parte para su propia fabricación de módulos.

La integración vertical se ha convertido en el principal blindaje frente a la volatilidad del mercado. Según explica el ejecutivo, “estar verticalmente integrado es fundamental, principalmente porque te permite adelantarte a los acontecimientos que están ocurriendo”. La capacidad de prever el comportamiento del mercado de silicio llevó a la compañía a ajustar su producción de módulos con esta tecnología: “30 GW era más que suficiente debido a que el mercado no va a absorber tanto”.

Además de su liderazgo como fabricante, GCL es la quinta utility más grande de China, con operaciones en oil & gas, exportaciones de recursos naturales y fábricas tanto dentro como fuera del país asiático. “Estamos haciendo centrales de polisilicio y de construcción de módulos fuera de China para mercados como el americano, el europeo y el indio”, indicó García.

Tecnología FBR como compromiso por la sostenibilidad 

Una de las apuestas clave de la empresa es la tecnología FBR (lecho fluidizado), que compite con el tradicional método Siemens. A pesar de su menor tiempo en el mercado, FBR ya muestra claras ventajas operativas y ambientales.

“La ventaja del FBR sobre Siemens es que generamos un 65% menos de huella de carbono, consumimos menos electricidad, requerimos menos mano de obra”, subrayó el director regional.

La trazabilidad y sostenibilidad están en el centro del negocio. “Estamos trabajando para conseguir que la fabricación de paneles solares afecte lo menos posible a la contaminación”, agregó el directivo.

Este enfoque ha permitido que GCL incorpore códigos QR en cada panel que detallan su impacto ambiental, orientados a facilitar el intercambio de bonos verdes.

Transformación tecnológica y estrategia de futuro

GCL proyecta un cambio clave en el corto y mediano plazo con la entrada en juego de los módulos tándem. “Vemos un cambio de tecnología en el próximo año y medio o dos años en una fusión perovskita tándem silicio para llegar a un 30% o 32% de eficiencia”, indicó García, revelando además que la empresa ya cuenta con paneles certificados con esta tecnología y se encuentra en fase de ensayos para su producción masiva.

El objetivo es claro: “Aumentar la eficiencia por área”. En paralelo, la compañía apunta a garantizar la trazabilidad de su cadena de producción y mantener la estabilidad de oferta en un contexto de sobrecapacidad global. “Estamos viendo que están desapareciendo pequeños jugadores, pero también en los grandes hay problemas. Nuestro factor de utilización de planta es del 85%, diez puntos más que el siguiente”, advirtió el ejecutivo.

Para GCL, la estabilidad operativa es una fortaleza clave: “Nuestro objetivo es mantenernos en nuestros 30 GW. No es una capacidad pequeña, es suficiente para abastecer a mucha gente, pero sobre todo dar una seguridad a nuestros clientes”. En esa línea, García enfatiza el compromiso a largo plazo de la compañía: “Queremos estar con vosotros dentro de 30 años. Para nosotros, un cliente no es un cliente, es un socio a largo plazo”.

Estrategia regional y el potencial argentino

Consultado en Future Energy Summit Argentina (FES Argentina) por el papel de Argentina en su estrategia regional, García identificó un gran potencial de crecimiento. “Es un país que tiene demanda energética, tiene capacidad. Es verdad que las redes de transmisión tienen que ser mejoradas”, señala. En ese sentido, la compañía está invirtiendo en talento local para ofrecer atención cercana y planea diversificar su oferta de productos en la medida que el mercado madure.

La clave para liberar ese potencial, indica, está en la estabilidad normativa: “Todo país lo que necesita para crecer es tener unas normas muy claras, una legislación muy clara y una seguridad. Cuando consigamos tener todo perfectamente alineado, el crecimiento de Argentina será brutal”.

Respecto a la competitividad energética, el director sostuvo que bajar los costos es determinante: “En los costes industriales hay tres factores muy importantes: la mano de obra, la materia prima y la energía. Si conseguimos una energía más barata, vamos a conseguir un país mucho más competitivo”.

Durante su participación en FES Argentina, García además compartió una serie de prioridades qué atender dirigidas al Gobierno nacional para dinamizar el sector solar. En primer lugar, destacó la necesidad de invertir en infraestructura: “Creo que la transmisión es clave, pero no solo en Argentina. Todos los países tienen el mismo problema: la proyección de las líneas de transmisión no se adecúa a la velocidad de instalación de parques solares o eólicos”.

Finalmente, propuso liberar aún más el mercado eléctrico para facilitar inversiones: “Dejar que haya contratos privado con privado de forma más ágil. Cuanto más se flexibiliza, más baja la energía, menos coste tiene para el usuario porque hay muchísima más oferta”, concluyó.

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