Argentina suma 204 instalaciones de energías renovables por 1.971 kW de potencia, bajo el esquema nacional de generación distribuida (Ley 27.424). Y, a un año de la entrada en vigencia de su marco regulatorio y de acuerdo al enfoque que se le dé, este número anima a algunos y desalienta a otros.
Cierto es que de este primer año del inicio de interconexiones, seis meses se transitaron en cuarentena. Esto habría complicado no sólo a usuarios interesados en convertirse en usuarios generadores, sino también a comercializadores de estos sistemas que continúan viendo las ventas de este año complicadas.
En conversación con Energía Estratégica Xinhui Luo, gerente comercial de GD Energy, se refirió a tres principales temas: la baja demanda, disminución de los precios y tendencias para el próximo año.
“La pandemia golpeó a todos los sectores. No sé cómo lo vivirán mis colegas, pero el segmento de generación distribuida fue uno de los más afectados”, opinó Xinhui Luo.
De acuerdo con el referente de GD Energy, las ventas estuvieron paralizadas en los primeros meses del año y, cuando el sector pensó que la situación iba a remontar producto de nuevas ventas durante julio y agosto para clientes en Corrientes, Entre Ríos y Salta, la cuarentena complicó nuevamente a los negocios en el interior del país.
“Teníamos la sensación de que la situación iba a recuperarse, pero el avance de nuevos casos en las provincias llevó a retomar la fase uno en algunos lugares y nos llevó de vuelta a atrás”, consideró Luo.
De allí es que algunas empresas como GD Energy decidieron bajar los precios de equipos solares que tienen en stock para captar nueva demanda en Argentina.
“Veníamos manteniendo los precios de paneles e inversores, pero ahora los hemos bajado para poder vender”, aseguró a este medio el empresario chino con gran trayectoria en este país representando a marcas de primer nivel como Huawei.
¿Cómo sostener los negocios? Para Xinhui Luo será clave reactivar el interés de las provincias del norte argentino con gran irradiancia solar y, en el corto plazo, trabajar para un apalancamiento del segmento solar híbrido y off-grid, más que el de generación distribuida para residenciales, comerciales o industriales.
¿Porqué? Fundamentalmente, los usuarios industriales no necesitarían “un refuerzo de energía solar” en el corto plazo, según la lectura de Luo, tendrán que pasar dos años para que se “acomode el bolsillo” y se piense en inversiones en este sector.
“Los proyectos off-grid e híbridos van a abrir el mercado”, resaltó el empresario.
De la mano de aquellos, los sistemas para bombeo solar en el campo ayudarían al sector a mantener ventas en este periodo de incertidumbre en el que no se sabe aún cuándo se superará el coronavirus como pandemia.