La Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) finalmente lanzó el estudio sobre el potencial del hidrógeno verde en México, y en el primer tomo del mismo, identificó dos proyectos pilotos solares para la producción de dicho vector energético, ambos en etapa de conceptualización.
El primero de ellos pertenece a HDF Energy y se denomina “Energía Los Cabos”. El mismo consta de una central fotovoltaica acoplada a un sistema Power to Power, con almacenamiento de energía en forma de hidrógeno y de baterías Li-Ion para gestionar y amortiguar las fluctuaciones energéticas.
Según el reporte, dicho proyecto ubicado en el Estado de Baja California producirá “22 MW durante el día y otros 6 MW durante la noche”. Mientras que la producción anual de energía será de 115 GWh, “equivalente al consumo de energía de 60,000 personas”.
Y se estima que la construcción de inicio el próximo año y el parque se ponga en marcha en 2023 por un período de veinticinco años en operación, lo que evitaría la emisión de 165,000 toneladas de emisiones tóxicas al año.
El otro proyecto que reconoció la GIZ es de Dhamma Energy, compañía que ha incursionado en el mercado mexicano desde hace algunos años y tiene cerca de 200 MW de plantas solares en operación y otros 2.5 GW renovables en distintas fases de desarrollo.
En este caso, se trata de un parque fotovoltaico de 220 hectáreas en Guanajuato, con una potencia de 120 MWac y una capacidad de electrólisis de 100 MWac, que en total producirían 12.6 kilo-toneladas de hidrógeno verde y evitarían 110,000 tCO2 por año.
La GIZ reporta que estará listo para la construcción en el segundo cuatrimestre del 2022 y finalizará al año siguiente. En tanto que los Off Takers (tomador y/o comprador) del H2 provendrían del sector de la movilidad e industria.
De todos modos, el informe es crítico con el panorama actual del vector energético en México y señala que “todavía no hay evidencia de producción de hidrógeno verde en el país” y que para que se desarrolle el mercado, es “necesario” establecer políticas “adecuadas”.
Además deja manifestado que, para las empresas con desarrollos de proyectos de dicha índole en otros países, “México aún no es un país interesante, ya que no hay una política nacional a su alrededor”.
“Sin excepción, los actores entrevistados coinciden en que México tiene un alto potencial renovable y una amplia extensión territorial que podría permitir el desarrollo de H2 verde en el país”, añade el tomo 1 denominado “Contexto nacional e internacional del hidrógeno verde”.
Y agrega a modo de cierre: “Algunas acciones se consideran necesarias a corto plazo, como desarrollar una hoja de ruta o estrategia nacional del hidrógeno, desarrollar proyectos piloto e identificar oportunidades inmediatas para su adopción”.