“Cuando la diplomacia nacional no avanza, actúan las provincias” comentó un operador político de Neuquén sobre la participación de los gobernadores Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro) en la cumbre PRIORIDAD FII. Este evento, organizado por el Future Investment Initiative (FII Institute), se llevó a cabo en Río de Janeiro y fue convocado por el presidente de Brasil, Luis Ignacio “Lula” Da Silva, para tratar la transición energética y el potencial de la región norpatagónica, especialmente Vaca Muerta.
El presidente Da Silva encabezó la reunión, acompañado por sus ministros Rui Costa (Jefe de Gabinete), Renan Filho (Transporte), y Alexandre Silveira (Energía). Los gobernadores también se reunieron con Magda Chambriard, presidenta de Petrobras, y representantes del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES).
Figueroa, durante su visita a Houston en mayo, ya había discutido con ejecutivos de la empresa energética brasileña sobre las perspectivas de Vaca Muerta para el Cono Sur y estudiando posibles inversiones en la cuenca neuquina. En el transcurso de la cumbre, se trataron temas esenciales para la región norpatagónica desde una perspectiva ambiental. Vaca Muerta fue destacada por su papel clave en la transición energética a través del desarrollo del gas, con la capacidad de exportar a países como Brasil, Chile, Paraguay y Bolivia. La provincia está avanzando en iniciativas para la descarbonización, con la meta de exportar gas ‘Net Zero’. La financiación de estos desarrollos fue un tema principal en las discusiones.
Weretilneck, por su parte, subrayó el avance en el mercado de peras y manzanas con Brasil, y el comercio de cebollas, que representa el 90% de la producción rionegrina destinada a este país. También mencionó los proyectos de ingeniería en cooperación con INVAP.
El evento FII PRIORITY Río de Janeiro 2024 se llevó a cabo bajo el lema “Invertir en dignidad”. Reunió a algunos de los inversores más influyentes del mundo, junto a líderes empresariales y jefes de estado. Durante la jornada, se exploró cómo la inversión en la transición ecológica, la tecnología, la innovación y la inclusión social puede contribuir a un nuevo orden mundial que priorice la dignidad para todos.
Frío frío..
La relación entre los presidentes de Brasil, Lula Da Silva, y Argentina, Javier Milei, se encuentra en un punto de distanciamiento sin precedentes. Lo que antes era una abierta rivalidad se ha transformado, por razones de prudencia, en un contraste que se ha intensificado en las últimas semanas, especialmente en el ámbito de la política exterior. Ambos líderes, que buscan ser vistos como figuras globales, han radicalizado sus posturas respecto al conflicto en Israel.
A diferencia de lo habitual en la política, las declaraciones de Javier Milei durante su campaña sobre Lula se han mantenido firmes una vez electo, exacerbando las tensiones entre las dos mayores naciones de Sudamérica. Es relevante recordar que Milei, durante su campaña, afirmó que no mantendría relaciones bilaterales con Brasil bajo su gobierno, calificando a Lula Da Silva como “comunista”. Milei también expresó su intención de alinear a Argentina con países como Estados Unidos e Israel, a los que considera parte del “mundo libre”.
La realidad, sin embargo, muestra que Argentina depende más de Brasil que viceversa. La diplomacia de Itamaraty (Brasil) se ha mostrado más precisa que la del Palacio San Martín (Argentina), cuando en un momento crítico, puso en suspenso por 24 horas el suministro de Gas Natural Licuado (GNL) al revisar minuciosamente una carta de crédito firmada por Enarsa para la compra de un cargamento con destino a Escobar.
En abril, Javier Milei había buscado mejorar las relaciones con Lula Da Silva solicitando una reunión a través de su canciller, Diana Mondino. En una carta enviada por Milei a Lula, según reportó el diario Folha de São Paulo, el gobierno argentino expresó un fuerte interés en mantener la relación bilateral y contenía un mensaje de saludo. Este fue el segundo intento de Milei para dialogar con Lula, después de que el presidente brasileño rechazara inicialmente la invitación de Milei a su toma de posesión el 10 de diciembre.
Lula y Milei mantienen una distancia muy difícil de encontrar en la historia de la relación entre Brasil y la Argentina. Lo que fue rivalidad abierta ahora es, por razones de prudencia, un contraste que se ha profundizado en las últimas semanas en el plano de la política exterior. Lula y Milei, que comparten la aspiración de ser vistos como actores globales, radicalizaron sus definiciones frente al conflicto entre Israel.
Pero todo indica que los dichos en campaña de Javier Milei sobre Lula, a diferencia de la tradición política, se matuvieron, lo que crea fuertes tensiones entre los mayores países de Sudamérica.
Cabe recordar que Milei durante su campaña dijo que bajo su gobierno él no mantendría relaciones bilaterales con Brasil ya que según él, Lula da Silva, actual presidente, es “un comunista”. En la ocasión dijo también que que, como Jefe de Estado, buscaría alianzas con países como Estados Unidos e Israel, identificándolos como parte del “mundo libre”.
Pero el mundo gira y todo indica que por estas fechas, la Argentina necesita más de Brasil que a la inversa y la diplomacia de Itamaraty es mucho más afinada que la del Palacio San Martín, incluso puso en jaque por veinticuatro horas el abastecimiento de GNL al observar con lupa una carta de crédito firmada por Enarsa para la compra de un cargamento con destino a Escobar.
Javier Milei reculó en abril y pidió una reunión con Lula Da Silva para mejorar las relaciones con Brasil. El libertario le envió una carta a su par brasileño a través de su canciller, Diana Mondino solicitando una reunión con Lula Da Silva. Según el diario Folha de San Pablo el Gobierno argentino “está muy interesado en mantener la relación bilateral”, y reveló que la carta contenía “un saludo”. Se trata, en este marco, del segundo intento realizado por Milei para conversar con Lula, quien inicialmente rechazó la invitación del argentino a la asunción presidencial del 10 de diciembre.