“Vemos cantidades escandalosas de recursos dedicados al subsidio eléctrico cuando se pueden sustituir por bienes de capital generadores de electricidad que van a bajar los costos en toda la cadena completa y además las emisiones de gases de efecto invernadero”, consideró Daniel Chacón Anaya, director del área de Energía en Iniciativa Climática México (ICM).

Durante el webinar internacional «Soluciones Solares para reactivar la economía de América Latina y el Caribe», el referente de ICM explicó que redireccionando subsidios eléctricos existe una gran oportunidad para que usuarios adquieran sistemas de generación renovable y que estos se paguen a sí mismos mediante un esquema de financiamiento novedoso.

“Una vez terminado el pago del financiamiento, la electricidad es gratis y desaparece el costo financiero para el Estado y todos los mexicanos”, aclaró el referente de ICM, mientras presentó un gráfico explicativo de cómo sería la transformación propuesta.

Aquello se ajustaría a lo propuesto por el Programa Hogares Solares que consiste en recanalizar el subsidio hacia inversiones en techos solares, evitando costos de generación y transmisión eléctrica y reduciendo el costo de la energía para los usuarios.

Ante esa propuesta surgirían distintos desafíos para la eliminación de subsidios que tendrían que ver con barreras de carácter político, intereses creados durante la vigencia de los subsidios, la oposición de quienes se oponen a su desaparición, entre otros.

Entre las soluciones que se han pensado, Anaya repasó 5 principales:

  • Eliminarlos de golpe
  • Reestructurarlos para aplicarlos a los deciles de ingresos más bajos
  • Mejorar las eficiencias de los procesos energéticos
  • Aprovechar que las nuevas tecnologías son más baratas que las convencionales y usar los subsidios para cambiar los procesos energéticos
  • En caso de nuevas tecnologías que apenas comienzan a despuntar, comenzar a planear su introducción

Para aplicarlo en el escenario mexicano, Deloitte México, empresa de asesoría financiera, realizó distintos estudios para comprobar la factibilidad técnica y financiera de aplicarse esta alternativa de bono solar.

“Nos preguntamos cómo iba a ser el sistema de monitoreo, quién iría a verificar que los privados hayan instalado bien los techos solares, cuáles van a ser los criterios para pagar los hitos y cómo se irían a deducir, entre otros”,  declaró Eduardo de la Peña, socio de Deloitte.

Entre los resultados de aquellos estudios destacamos la estructura operativa que arrojó para su implementación en el mercado mexicano: