Los fabricantes de módulos fotovoltaicos líderes a nivel global están activos en mercados latinoamericanos. Aumentar la producción, continuar con la innovación y bajar el costo de sus componentes son algunos de los objetivos que persiguen para ser más competitivos por estas latitudes.

Aquello es bien recibido por el sector. No obstante, se requeriría la pronta certificación de esos nuevos equipos como paso fundamental para mantener la confiabilidad de esta tecnología.

“Es importante recalcar que los certificados son sumamente importantes para cualquier inversor o banco. Por lo cual, si un módulo, inversor o tracker no cuenta con un certificado, se debe garantizar que los certificados pueden conseguirse antes de la fecha de instalación de estos equipos”, introdujo José Francisco Díaz, Solar Engineer Mexico en DNV.

Durante su participación en el panel de debate “Competitividad y compatibilidad de módulos solares de alta potencia”, del más reciente evento organizado por Energía Estratégica para Trina Solar, el experto advirtió que apostar por la innovación trae también aparejado algunos riesgos técnicos y tecnológicos que deben evaluarse detalladamente. 

Contar con los certificados permitiría evitar fallas, ya sea por corte en las células, por falta de control de calidad durante el proceso de manufactura, por conexiones incorrectas en los módulos, espaciamiento entre las células, entre otras problemáticas que se pudieran presentar. 

El experto de DNV, entidad de certificación líder a nivel mundial -antes reconocida bajo las siglas  DNV GL-, resaltó la necesidad de solicitar cartas de crédito, aumentos de garantías y otras alternativas, en caso de no contar con certificaciones, pero en tanto y en cuanto estas se estén gestionando. 

“Este salto tecnológico podemos dirigirlo y saber hacia dónde va. Puede ser un salto con una tecnología completamente nueva, la cual puede ser mitigada de cierta forma con otras tecnologìas que ya llevan cierta experiencia y evolución.

Otra de las formas más fáciles de mitigar riesgos y saltos tecnológicos es con plantas piloto, donde se instala cierta capacidad de los proyectos con nueva tecnología, lo que permite generar track record para las plantas. 

También se pueden hacer pruebas con laboratorios independientes, cartas de crédito por parte de los fabricantes de los equipos -los cuales, pueden ayudar a mitigar el riesgo- los aumentos de garantía tanto de potencia, degradación y de la vida útil del producto también son una forma de mitigación, la revisión de forma exhaustiva de la calidad de fabricación y de los materiales que ahí se utilizan”. 

Ese riesgo inherente que menciona Diaz incluye toda la cadena productiva, ya que estos pueden verse afectados durante la fabricación, transporte e instalación y es necesario contar con ciertos procedimientos que estén estandarizados y certificados acerca de qué se puede y no hacer.

Como respuesta, empresas como Trina Solar optimizaron desde la producción hasta el empaquetado, desarrollando nuevos conceptos para garantizar la mejor calidad desde la fábrica a la planta. Los detalles se pueden conocer en el siguente video.