Colombia está comenzando a pensar de qué modo va a articular la demanda interna de hidrógeno plasmada en su Hoja de Ruta al 2030.

De acuerdo a ese ejercicio, al iniciar la próxima década el país deberá contar con entre 1.500 a 2.000 vehículos ligeros y de 1.000 a 1.500 vehículos pesados a pilas de combustibles; de 50 a 100 hidrogeneras de acceso público; y el consumo de un 40% de hidrógeno de bajas emisiones en el sector industrial respecto del total del hidrógeno consumido actualmente.

Como contracara, respecto a generación, al 2030 el país deberá tener en funcionamiento entre 1 a 3 GW de capacidad para electrolisis renovable, lo que supone entre 1,5 a 4 GW de capacidad instalada eólica y solar dedicada exclusivamente a la producción de hidrógeno. El valor que se proponen es de 1,7 dólares por kilo.

Con esos horizontes, Jorge Valencia Marín, Director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), manifestó en el Congreso Colombiano de Hidrogeno que están estudiando temas técnicos sobre este vector energético en cuanto a transporte y usos y, en ese marco, cómo se va a desarrollar ese mercado.

“Si el uso que se va a tratar de masificar es en la industria para procesos de combustión, de generación o de almacenamiento, no necesariamente la CREG tiene que entrara a regular en precio de venta del hidrógeno como producto, porque si hay condiciones de mercado tenemos que mirar cuáles son las condiciones de trazabilidad del producto”, sostuvo el funcionario.

Y sentenció: “A partir de ahí sí entraríamos a determinar si es necesario regular o no”. “Tenemos que tener claro para qué se va a usar el hidrógeno, o cuáles son las posibilidades de mercado y ahí entramos a analizar si ahí la CREG debe regular o no los precios, como lo hacemos en el mercado del gas natural”, comparó.

Fuente: Hoja de Ruta de Hidrógeno de Colombia

Otro de los usos a los que se refirió Valencia tiene que ver no como uso industrial sino como planta de generación eléctrica. “La única condición que hemos identificado es cómo se determina la energía firme del cargo por confiabilidad, para efectos de determinar cómo se va a garantizar el suministro de ese combustible para, a su vez, garantizar su firmeza”, planteó.

Explicó que, en este caso, así como sucede con otros combustibles será el generador el que deba comprar el hidrógeno y velar por su obtención.

“Si hay condiciones de mercado para ese insumo, simplemente lo que tiene que hacer el generador es demostrar cuáles son las condiciones en que se va a garantizar la firmeza de entrega de ese producto que va a significar la seguridad en la entrega de energía”, advirtió el titular de la CREG.

Por otro lado, destacó los proyectos piloto que ya están avanzando en Colombia, los cuales permitirán “ver cómo se comporta (el hidrógeno) tanto el producto como su interacción con la red”.

“Esperamos seguir acompañando a la industria en los análisis que vengan para el desarrollo de nueva infraestructura y estamos muy atentos a cómo el mercado se va a desarrollar, deseando no tener que regular todo pero tomando las medidas que el regulador considere para que esto brinde efectivamente soluciones energéticas a los usuarios que sean costo-eficientes y un producto de calidad para satisfacer las necesidades energéticas del país”, cerró Valencia.