De acuerdo al informe Renewable Power Generation Costs in 2019 (Costos de generación de energía renovable en 2019), publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), tanto la eólica marina (off shore) como la terrestre (on shore) registraron una depreciación aproximada del 9% desde el 2010, alcanzando los 0,115 USD/kWh y los 0,053 USD/kWh, respectivamente.
A pesar que la pandemia ha generado suba de precios en las tecnologías, el registro es valioso al momento de sopesar costos: la eólica marina cuesta el doble que la terrestre.
No obstante a ello, el Gobierno de Colombia, con el apoyo del Banco Mundial y el Gobierno del Reino Unido, está elaborando una hoja de ruta para el desarrollo de la energía eólica off shore, la cual se estaría publicando durante el primer trimestre del 2022.
“Si el Gobierno nacional nos ayuda con esto, será muy importante para el desarrollo de la off shore” en Colombia, destacó Iván Martínez, presidente de la empresa Egal.
Durante el evento físico «Latam Future Energy Colombia», llevado a cabo a fines de octubre pasado en Bogotá, el empresario indicó que hay interés en esta fuente de energía, más allá de que la on shore recién está dando sus primeros pasos.
¿A qué se debe este interés? Martínez explicó que la eólica en tierra tiene retos que la marina no presentará, como por ejemplo la extensión de terrenos. Señaló que los sitios están muy alejados del tendido eléctrico. “Cuando tenemos áreas de buen recurso con un punto de evacuación, nos encontramos con que los territorios no son suficientes o presentan inconvenientes”, señaló.
Y comparó: “Si nos vamos a la off shore, vamos a tener las siguientes ventajas: primero, que el recurso off shore es mucho mejor, es más potente, parejo y las densidades son mejores (que la on shore)”.
“Otro beneficio es que no tendríamos que ingresar en un proceso de negociación de tierras, que es muy complejo. Se tendría que hacer una negociación de concesiones con el Gobierno, pero eso es más sencillo que negociar con 20 o 30 propietarios de tierras, cada uno con expectativas diferentes que hace muy difícil unirlos”, remató el titular de Egal.
No obstante, advierte que los licenciamientos ambientales sí será un tema más complejo que en la on shore.
“Es una preocupación, porque cuando se hacen las segmentaciones se pueden afectar algunos corales o algunas zonas marinas, y en eso tenemos que tener mucho cuidado porque no podemos olvidar que estas tecnologías se están desarrollando para cuidar al medioambiente”, advirtió Martínez.
Subasta
Por otro lado, el empresario destacó el valor promedio de adjudicación que resultó de la subasta de renovables pasado, a 155,8 dólares por MWh. “Me preocupa mucho cuando los precios van muy a la baja, porque eso hace que la inversión se frene, y en el mediano y largo plazo eso puede ser contraproducente”, sostuvo.
Y argumentó: “Es sano para el mercado que siempre tengamos muchos proyectos funcionando para que exista una oferta sana que mantenga los precios a raya. Pero cuando los precios se bajan demasiado, lo que ocurre es que no hay proyectos y luego, los precios tienden a subir muy fuerte, y, hasta que el mercado reacciona, se da un lapso de tiempo con valores altos”.