Aunque la energías eólica marinas se ha consolidado como una solución prometedora para descarbonizar las economía en diferentes países del mundo, especialistas advierten que existen diversos desafíos que obstaculizan el auge de estas tecnologías renovables.
De acuerdo al último informe Horizons de Wood Mackenzie, la reconocida consultora de investigación global para energías renovables, la cadena de suministro mundial de energía eólica marina requerirá 27.000 millones de dólares estadounidenses de inversión garantizada para 2026 si quiere cumplir con sus objetivos de aumentar 30 gigavatios (GW) al año para 2030.
No obstante, el reporte reconoce que estas meta se ve eclipsada por los objetivos eólicos marinos de los formuladores de políticas, que requerirían casi 80 GW por año. Para alcanzar este objetivo establecido por los gobiernos de todo el mundo, se estima que la cadena de suministro requerirá una inversión de más de 100 000 millones de USD.
Estas cifras provienen de: ‘Corrientes cruzadas: trazando un curso sostenible para la energía eólica marina’, el análisis de Wood Mackenzie sobre las limitaciones actuales de la cadena de suministro de energía eólica marina, las barreras de inversión y lo que se requiere para escalar.
“Los gobiernos han dejado claro su compromiso con la energía eólica marina como un pilar importante de la descarbonización y la seguridad energética. Sin embargo, la cadena de suministro está luchando por escalar y será un impedimento para lograr los objetivos de descarbonización si no se produce el cambio”, explica Chris Seiple, vicepresidente de Energía y Renovables de Wood Mackenzie, coautor del informe.
Y agrega: “Cerca de 80 GW de instalaciones anuales para cumplir con todos los objetivos del gobierno no es realista, incluso lograr nuestros 30 GW pronosticados en adiciones resultará poco realista si no hay una inversión inmediata en la cadena de suministro. Se requerirán ajustes y nuevas políticas por parte de los gobiernos y los desarrolladores para transformar la cadena de suministro para entregar proyectos eólicos marinos a escala industrial”.
De acuerdo a un comunicado de la consultora, los bajos márgenes offshore hacen que invertir sea cada vez más desafiante.
“El exceso de oferta que resultó de la construcción de la cadena de suministro de 2015 es uno de los factores que deprimen la rentabilidad, que hizo que la industria aumentara su capacidad para suministrar alrededor de 800 turbinas, en comparación con el promedio anual de 500 desde entonces. Los proveedores ahora también tienen que hacer frente a la inflación de los últimos dos años y al aumento de los costos de insumos de las materias primas”, argumenta Seiple.
Y añade «Los proveedores actuales, quemados una vez, son cautelosos en sus planes de inversión y la falta de rentabilidad está obstaculizando su capacidad para financiar la expansión de la capacidad de fabricación, lo que finalmente detiene la innovación en el sector».
En este sentido, el reporte asegura que la incertidumbre sobre el momento del proyecto podría dar lugar a necesidades muy diferentes en la cadena de suministro.
«Unos 24 GW de proyectos programados para entrar en funcionamiento entre 2025 y 2027 han asegurado una ruta al mercado, ya sea a través de algún tipo de subsidio o acuerdo de compra de energía (PPA), pero aún no han tomado una decisión de inversión financiera (FID). Esta es la etapa en la que los desarrolladores buscan concretar los pedidos de proyectos con los proveedores, pero varios proyectos globales ahora se encuentran retrasados mientras buscan renegociar los contratos de compra dado el aumento de los costos de suministro y la inflación», explica.
De esta forma advierte que retrasar los proyectos en esta etapa cambiará la demanda anticipada de equipos de 2025-27 a 2028-30. Si bien el resultado sería una menor necesidad de expansión de la fabricación a corto plazo, habría una necesidad aún mayor de inversión para expandirse para satisfacer la demanda entre 2028 y 2030.
Por su parte, Finlay Clark, analista de investigación sénior de Wood Mackenzie y coautor, señala: “En realidad, si esto ocurre, es posible que ciertos proyectos no se construyan en absoluto en 2028-30, lo que significa que los gobiernos correrán el riesgo de retrasarse aún más en sus objetivos. La incertidumbre que rodea el tiempo del proyecto es una gran razón por la cual los participantes de la cadena de suministro dudan en expandirse más”.
En efecto, de acuerdo el estudio, a muchos inversores les preocupa que si la cadena de suministro se construyera para satisfacer la demanda máxima de instalación en 2030, con el fin de cumplir con los objetivos eólicos del gobierno, no habría suficiente demanda de equipos para respaldarla después de 2030.
“Esto parece inquietantemente similar a la caída de los márgenes posterior a 2015 en toda la cadena de suministro. Esta es una consideración importante para los proveedores, en particular, ya que deben confiar en la demanda dentro de más de 10 años para obtener un retorno de su inversión”, mencionó Clark.
Los pilares para escalar según Wood Mackenzie
Ampliar la cadena de suministro de energía eólica marina requerirá una serie de ajustes por parte de los gobiernos y los desarrolladores. En primer lugar, el establecimiento de objetivos y los planes para la infraestructura del mercado eléctrico para respaldar la energía eólica marina deben extenderse más allá de 2030 en lugares donde aún no lo hacen.
Otros factores que deben considerar los formuladores de políticas incluyen el impacto en la cadena de suministro al decidir si renegociar o no los contratos existentes y detener la carrera armamentista del tamaño de las turbinas con un límite de tamaño.
A su turno, Soeren Lassen, director de energía eólica marina en Wood Mackenzie y coautor, destaca: “No todo depende de los gobiernos. Los desarrolladores también deben considerar asociaciones innovadoras con los proveedores para proporcionar la estabilidad de la demanda que los proveedores necesitan para aumentar la capacidad”.
Para la consultora, las metas no se alcanzaran a menos que la cadena de suministro de energía eólica marina y las autoridades políticas trabajen juntos.
“El sector, en particular los responsables políticos, debe aprovechar esta oportunidad para trazar un camino más sostenible para la energía eólica marina. Esto no solo influirá en los proyectos que se instalarán hoy o en 2030, sino también en la capacidad eólica marina de 1,4 teravatios (TW) que Wood Mackenzie espera conectar para 2050”, concluyó Seiple.
Hasta hace muy poco, China había desarrollado su propia cadena de suministro, en gran medida para satisfacer su propia demanda. Para este análisis, Wood Mackenzie ha excluido proyectos e instalaciones de fabricación en China, a menos que se especifique lo contrario. Sin embargo, el informe analiza cómo China podría influir potencialmente en la cadena de suministro global más grande en el futuro.
La entrada La expansión de la eólica marina a nivel mundial requiere una inversión de US$ 27 000 millones se publicó primero en Energía Estratégica.