La energía solar fotovoltaica supera los 10 GW instalados en Brasil. Aquí, a diferencia de la tendencia de otros mercados en la región, la mayoría (63%) corresponde a generación distribuida: 6615 MW, según reporta la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica – ABSOLAR.

Aquel crecimiento no pasó desapercibido por el sector público. Ya en 2019 se presentó un proyecto (PL 5929/19) que incluye modificaciones a la Ley nº 9.427/1996 para empezar a trazar un nuevo marco legal para la generación distribuida. Este documento recién fue aprobado por la Cámara de Diputados en agosto de este año 2021.

En espera de evaluación por parte del Senado Federal, empresarios de las energías renovables se sumaron al debate para compartir sus impresiones del documento y otros desafíos regulatorios que acarrea el sector.

Entre ellos, Roberto Zerkowski, CEO de Greenyellow Brasil, destacó que la tendencia de crecimiento del segmento de la generación distribuida podría desacelerar un poco no sólo por las adecuaciones que pudiera haber en los modelos de negocios producto de este proyecto sino también por el deterioro que ha sufrido el CAPEX por diversos factores en los últimos meses.

Roberto Zerkowski, CEO de Greenyellow Brazil

Sobre el documento, llamó a considerar pros y contras ante el hecho de que gradualmente se le quiten incentivos asociados a tarifas de electricidad a los prosumidores y que estos ahora sean contemplados como microgeneradores a los de 75 kW o menos de potencia instalada y minigeneradores a los que superen los 75 kW hasta los 3000 kW.

“Ahora, la potencia de los nuevos proyectos estará limitada a los 3 megavatios”, advirtió Roberto Zerkowski.

No obstante, auguró que esta iniciativa podrá llevar a buen puerto a todo el mercado ya que, de una forma u otra, el gigante brasileño precisaría un cimiento común para todo el país y a largo plazo.

“Al final vemos un equilibrio del mercado en los próximos años para sostener el crecimiento a medio plazo”, declaró Zerkowski, durante su participación en el evento “Unlock GW’s Solar Market Development in LATAM”, organizado por Energy Box en colaboración con Latam Future Energy.

Allí, también asistió Leandro Martins da Silva, presidente de Ecori Energia Solar, quien agregó que se deben atender aún más regulaciones para evitar que se ponga bajo tela de juicio a este segmento del mercado.

“Tenemos un problema acá en Brasil y es que somos más o menos 20.000 compañías instalando sistemas solares en techos de casas o comercios, y la mayoría son empresas jóvenes”, indicó Martins da Silva.

Desde su punto de vista muchas empresas que recién se inician en el mercado descuidan o confían a otros actores parte de los procesos requeridos para garantizar el éxito de un sistema fotovoltaico a largo plazo.

Leandro Martins da Silva, presidente de Ecori Energia Solar

“Todavía estamos discutiendo lo que es la seguridad de los sistemas fotovoltaicos. Por ejemplo, los bomberos siempre están pidiendo ayuda, no saben qué hacer y quieren comprender cómo verificar la seguridad de los mismos”, sostuvo.

Para este referente empresario que trabaja desde hace más de 15 años en el mercado brasileño principalmente como importador y distribuidor para el sector de la energía solar se desatiende fundamentalmente la seguridad de las instalaciones y el seguimiento posventa.

“Miramos mucho el mercado norteamericano y como se cuida ahí la seguridad de sistemas instalados en los techos. De ahí, ofrecemos cursos para que se conozca cómo garantizar que los sistemas sean seguros”, indicó.

El horizonte de negocios es enorme, con lo cual su reputación de la generación distribuida no puede estar en juego. Por eso, el presidente de Ecori Energia Solar llamó a considerar la implementación y obligatoriedad de soluciones como las AFCI (Arc Fault Circuit Interrupter) para desenergizar la instalación cuando hubiera una falla de arco eléctrico. Ese debate espera que se de pronto.

En América Latina, vemos cada vez más organismos reguladores que justifican su menor penetración de energías limpias para cuidar la seguridad y confiabilidad de la red eléctrica. Pero, ¿cómo pueden las pequeñas instalaciones ayudar a tener energía más confiable en Brasil y en cualquier país?

Abel Cunha Junior, gerente de Ventas en Brasil de Solplanet, consideró que la industria con cada vez más experiencia y una gran cualificación está a tiempo de responder con altura a las demandas de reguladores si es que estas se dan en un escenario de certidumbre a largo plazo.

Abel Cunha Junior, gerente de Ventas en Brasil de Solplanet

A través de la cualificación de las pequeñas empresas mencionadas y con más inversión vamos a ser capaces de mejorar el rendimiento de la generación distribuida. Pero sobre todo lo haremos una vez que tengamos un marco legal un poco más estable del que tenemos ahora”

“Eso va a ser fundamental para que los inversores vean a la generación distribuida o a un marco o a una industria de garantía legal, estable y predecible”.

“La opinión pública ya sabe lo que es la generación distribuida cada vez más y se siente atraída por este sector porque ve que el precio es más barato y la generación es respetuosa con el medio ambiente. Creo que la tendencia es muy positiva para el energético y va a ofrecer un retorno de inversión muy interesante”.