La generación distribuida en Argentina ya alcanzó 586 usuarios-generadores y 6.387 kW de potencia instalada bajo la Ley Nacional N° 27.424, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación. Y de esos números, 248 U/G y 3.242 kW fueron los que se añadieron durante lo que lleva transcurrido del 2021. 

Y si bien está lejos de lo contemplado dentro del Plan Nacional de Energía y de Cambio Climático de 2017 – más de diez mil U/G para 2020 y catorce mil para 2021-, desde una parte del sector hay cierto optimismo para su desarrollo a futuro. 

Evelin Goldstein, presidenta de la Asociación de Mujeres en Energías Sustentables de Argentina (AMES) detalló un estimativo que han realizado e hizo la relación con la participación de proveedores nacionales en la generación distribuida. 

“En un escenario de transición energética a 2030, con la meta del 30% que provean las energías renovables en la matriz energética eléctrica, y considerando la meta de los 1000 MW de GD para el año mencionado, aproximadamente la generación distribuida participaría con el 30% de la potencia instalada total solar”. 

“Eso implicaría aproximadamente una inversión de USD 1.400.000.000 y, si el 40% podría ser provisto por proveedores nacionales, motivaría una inversión vinculada con empresas locales de USD 560.000.000”, explicó

Cabe señalar que la especialista afirmó que, en el segmento de alta potencia y en el desarrollo de ese tipo de parques, “predominan empresas extranjeras y la utilización de componentes importados”. 

Mientras que en parques de mediana y baja escala, además de los sistemas de generación distribuida para industrias y comercios, “las empresas que realizan estas instalaciones y desarrollos, suelen ser PyMEs nacionales y están más abiertas a la provisión de componentes nacionales”.

Y en base a su experiencia en el sector, estimó que las estructuras, el sistema eléctrico y la obra civil mecánica y eléctrica para la instalación de sistemas fotovoltaicos de GD suman “aproximadamente el 43% del costo total de un sistema de generación distribuida para industrias y comercios, y puede ser provisto por la industria nacional”. 

Además, Goldstein fue un poco más esperanzada y vaticinó que, “en el mejor de los escenarios”, la generación distribuida podría participar con la mitad de la potencia solar instalada a 2030 en el país. En ese horizonte, “la instalación de este tipo de sistemas podría alcanzar 1750 MW y motivar una inversión de USD 2.450.000.000”, según sus palabras.

“Y si consideramos que haya iniciativas para la producción de paneles solares y, en algunos casos, que participen proveedores de inversores, tal vez se podría llegar a una participación más alta de proveedores nacionales y motivar una inversión mayor de aproximadamente USD 1.225.000.000”, continuó.